Un turismo de acentos. Madrileños, catalanes, vascos, gallegos, extremeños. Cádiz ha recibido este verano un gran número de visitantes en su gran mayoría de procedencia nacional. Gracias a ellos el sector hotelero ha conseguido salvar la temporada estival con creces, algo que necesitaban como nunca después de la crisis generada por la pandemia. De hecho, en el pasado mes de julio se contabilizaron 291.427 visitantes nacionales, 39.264 más de los que llegaron a tierra gaditana en el mismo mes de 2019.
En cuanto al mes de agosto, los datos recopilados por Horeca reflejan que la provincia ha contado con un 90.03% de ocupación, alcanzando en la capital el 95.01%.
“Era previsible que la gente se quisiera mover, más con el progreso de las vacunas y demás, y así ha sido”, expone Noelia Martínez, directora del Spa Cádiz Plaza, donde han cerrado tanto julio como agosto con ese 95% de ocupación e igualando los precios de 2019. Este hotel fue de los pocos que arriesgaron a permanecer abierto tras las restricciones del pasado otoño y consiguió mantenerse en el alambre hasta esta breve recuperación estival. “Ahora nos queda superar la cuesta de los meses que vienen”, asegura Martínez, porque “el turismo nacional se ralentiza mucho, empiezan los colegios y seguimos sin tener visitantes extranjeros que eran quienes nos animaban el invierno”. Por lo tanto “lo ganado en estos dos meses nos va a servir para intentar mantenernos a flote durante el invierno”.
“El turista nacional se ha volcado con nosotros”, nos cuenta Pepa Díaz, directora del Hotel Las Cortes. Este alojamiento del centro también ha recibido visitantes extranjeros, “pero no al nivel de los españoles, que se han volcado con nosotros”. En cuanto a los porcentajes de ocupación, Díaz afirma que “ha ido un poco mejor incluso que en 2019, como un par de puntos por encima”.
Sin embargo, un dato a tener en cuenta a la hora de valorar estos resultados es que la capacidad de los hoteles actualmente es menor debido a las restricciones. “Nosotros estamos con el 50%, y no es lo mismo tener 50 mesas que tener 25”, apunta Díaz.
También en el centro de la ciudad, el Senator Cádiz Spa concluye la temporada con cifras positivas. “Se ha cumplido la mejor de nuestras expectativas”, comenta su gerente, Álvaro Gutiérrez. Aunque “la segunda parte” llega ahora, con “un bajón en cuanto a reservas desde el pasado fin de semana y un septiembre muy en el aire”.
La incertidumbre venidera
Sin embargo las buenas cifras del verano no dejan de ser un espejismo en mitad del desierto, y el mes de septiembre supone un baño de realidad. En el Hotel Las Cortes reconocen que la ocupación ha disminuido “drásticamente” y las expectativas del otoño se viven “con incertidumbre”. Pepa Díaz señala que “los Ertes terminan el 30 de septiembre, con lo que nos enfrentamos a un problema serio con el personal; porque sin clientes no se puede mantener”.
El Spa Cádiz Plaza este mes se sitúa en un 50% de ocupación. Mirando al frente, Noelia Martínez considera que “todo va a depender de si empiezan a abrirse fronteras a los extranjeros y que el buen tiempo continúe”.
En la misma línea pone sus esperanzas Álvaro Gutiérrez, del Senator Cádiz Spa, quien confía en que “se reactive pronto el flujo en los aeropuertos para recibir a turistas internacionales en este otoño”. Un otoño que a su juicio “pinta bastante mal”. También pone el foco en que el teletrabajo y las reuniones telemáticas han tenido como consecuencia un número menor de trabajadores que se hospedan durante el invierno.
