Al compás de Huelva

¿Volver a conectar con la historia?

Ante todo Huelva tiene que hacer piña y alcanzar ese grado más que necesario como Patrimonio de la Humanidad

Publicado: 14/01/2025 ·
11:43
· Actualizado: 14/01/2025 · 11:43
  • El convento de La Rábida. -
Autor

J. S. Canales

Periodista onubense con más de medio siglo de carrera profesional y una gran dedicación a su tierra, autor de varios libros y reconocido con el Premio de Periodismo Ciudad de Huelva en 2008

Al compás de Huelva

Plasma la historia reciente de Huelva y toma el pulso de la actualidad onubense, además de ser un altavoz de las necesidades de la capital y la provincia

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El año 2029 encaja perfectamente en esa propuesta-iniciativa de la Diputación Provincial que camina por el segundo año de legislatura y donde su titular propugnaba para Huelva una estrategia integral, innovadora y sostenible para la provincia. Adentrarse en Huelva forma parte de ese objetivo de maximizar el enorme potencial que atesora la provincia y garantizar experiencias turísticas memorables y respetuosas con su entorno. Adentrarse en Huelva -decía no hace mucho el presidente de la Diputación Provincial- es adentrarse también en su historia, en un fascinante viaje en el tiempo desde vestigios prehistóricos hasta monumentos que rememoran el papel de Huelva en, también, el descubrimiento de Huelva. Así, con MAYÚSCULAS, porque -decía el señor Toscano Contreras- nuestros pueblos están impregnados de un rico legado histórico gestado en La RÁBIDA y su entorno; sí, porque en esta tierra, cada rincón cuenta una historia -de ahí lo de La Rábida y los Lugares Colombinos- y -ojo al dato- al hilo de la palabra descubrimiento no podemos perder el norte…

Sí, porque -repito e insisto- todo ello nos induce, sobre las base de esa estrategia integral que necesariamente nos adentra en la necesidad de si Huelva apenas tuvo protagonismo no solo en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, todavía fue más humillante en lugar de conciliadora el insignificante papel que Huelva y La Rábida o La Rábida y Huelva tuvieron en la Exposición Universal de Sevilla de 1992. Ojo de  nuevo al dato, resulta que, desde que se presentó en Sevilla la Exposición Iberoamericana de 1929 se fue consciente de que para ello era necesario resolver los múltiples problemas urbanos que padecía Sevilla. La ciudad no contaba con un plan de ensanche similar al de otras ciudades españolas -vayan y sigan tomando nota- ahora sí en el caso de Huelva. En Sevilla se carecía de una propuesta de reforma interior. Sí, con las obligadas diferencias nos podríamos situar en Huelva -Cuna del descubrimiento- porque La Rábida es ante todo un lugar sagrado de Huelva y de ahí que sea un tanto insinuante, todo en base –leo- a que los primeros años de preparación de la Expo’92 estuvieron marcados por las dudas sobre la naturaleza de la muestra, sobre el volumen de las inversiones y sobre la capacidad de la ciudad para hacer frente a la misma, habida cuenta la inadecuada situación de su estructura urbana y la falta de dotaciones… y muchas dudas sobre más carencias cuando de la capital hispalense.

La realidad con la que ahora mismo se enfrenta Huelva y otras localidades del entorno  no justifica para nada un apaga y vámonos. Ante todo Huelva tiene que hacer piña y alcanzar ese grado más que necesario como Patrimonio de la Humanidad, requisito sin el cual, que ahora mismo debería iniciar una cuenta atrás, con prisa y sin pausas, porque la verdad sea dicha, este elemental requisito es fruto de una situación de indolencia que de alguna forma es necesario superar. La imaginación debe llevarnos a esos años previos a 1929 en los que, ya todo en marcha y los pabellones -¿qué mejor pabellón central aquí que el mismísimo Monasterio de la Rábida y su entorno?- se deberían realizar en los estilos característicos de Andalucía y de Iberoamérica, y en los de las autonomías, predominando la intención regionalista y el neopopularismo, siendo la arquitectura rural la que inspiró los edificios más singlares de cada autonomía. ¡Ah! y los pabellones de los países hermanos de Hispanoamérica serían mayoritariamente creaciones de carácter nacionalista. Así, desde que se presentó la idea de celebrar la Exposición Iberoamericana -“de La Rábida” evidentemente- era necesario resolver los múltiples problemas urbanos que padecía Sevilla y, en este caso, sobre eso se trabajaría con el Ensanche Sur, tan cercano a La Rábida y su entorno, por aquello de que todo está tan a mano. Ahí está Saltés más que expectante y apto para materializar -ojo de muevo al dato- los más que fantásticos puentes a Punta Umbría, otro más realista para el acceso a la costa occidental y otros puentes como los necesarios entre Isla Cristina y Ayamonte, y Lepe y Cartaya, y aquí, uno directo por el entorno de las malditas balsas de fosfoyesos, infraestructuras que aliviarían el actual que parte de la Punta del Sebo…

…Y así sucesivamente, poniendo en marcha esos planes de ensanche –repito- que están en la mente de todos, toda una serie de iniciativas tendentes a la transformación y modernización del espacio urbano, a la par que se desarrollarían distintas obras de rectificación y ensanche de la trama urbana.

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