El alumno de la Escuela Taurina de Camas, Cristóbal de Lara, ha arrancado con fuerza la temporada al cortar dos orejas el pasado 30 de marzo en Beas, en lo que ha sido su primera actuación del año. El joven novillero se mostró satisfecho tras su paso por el ruedo: “Corté dos orejas, estuve cómodo. Ha sido la primera del año y tenía muchas ganas de torear. Tengo mucha ilusión de cara a la temporada que viene, que puede ser muy bonita”.
Con esa motivación, Cristóbal se prepara para un nuevo reto. Este mes de abril afrontará las pruebas de las novilladas televisadas sin picadores, participando el día 22 en el tentadero de selección en la ganadería de Reservatauro. “Ahora vamos para las pruebas de las novilladas televisadas. Tenemos varias novilladas y festivales cerrados, a falta de confirmación de fechas”, explica.
Formado en la Escuela Taurina de Camas desde hace dos años, Cristóbal siente un profundo vínculo con la institución: “Llevo dos años ya. Pues muy bien, la verdad que me siento muy contento. Quiero seguir con ella y llevarla a lo máximo. Quiero representar a la Escuela de Camas como se merece”. Sus primeros pasos en el toreo fueron en una asociación de Huelva, “una que hizo Miguel Carrasco”, hasta que dio el salto definitivo a Camas: “Donde he querido estar siempre”.
Su rutina diaria refleja el compromiso con su vocación: “Mi día a día es levantarme temprano, salir a correr, después voy al trabajo y cuando termino como, hago otro poco de físico y de siete a nueve estoy en la escuela. Luego a dormir”.
Cristóbal afronta el año con ambición y los pies en la tierra: “Este año, si todo va como tenemos pensado y como queremos, quiero seguir como estoy, me queda mucho por aprender. Si Dios quiere este año completamos el año como queremos, el año que viene me gustaría ser novillero con caballos, pero eso depende de muchos factores. Haré todo lo que esté de mi parte”.
El joven destaca la importancia de formar parte de la escuela: “Me encanta serlo. Lo que vivo allí con el maestro Almendro y mis compañeros es increíble. Representar a la Escuela de Camas es algo grande, que uno lleva dentro. Decir que soy novillero de Camas es un prestigio que poca gente tiene”.
Con pasión y entrega, Cristóbal de Lara sigue avanzando con paso firme hacia su sueño: “Disfruto del día a día. Me levanto con ganas de ser torero. Estamos en la lucha y no tengo todo lo que quiero”.