La socialista Esperanza Pérez no repetirá al frente de la Alcaldía de Níjar (Almería) al perder por un concejal la mayoría absoluta de 11 y empatar a número de ediles con el PP, que con un nuevo candidato al frente, ha recuperado, cuatro concejales y podrá gobernar con el apoyo de Vox, que no logra mantener la representación que tenía y se queda con tan solo un acta.
El PSOE ha ganado, no obstante, las elecciones municipales con un 44,36% y 3.980 votos, aunque se deja por el camino cuatro puntos y 425 sufragios ya que en 2019 obtuvo un respaldo del 48,43% de los ciudadanos que acudieron a votar en Níjar.
El retroceso más duro, sin embargo, lo ha sufrido Vox, que, si hace cuatro años irrumpió en el pleno obteniendo tres concejales y un 13,71% de apoyo con 1.247 votos, en estas elecciones ve como se merma su penetración en la comarca al refrendarles solo 646 votantes, lo que supone el 7,20%.
Pese al descenso, en este mandato en el que no repite José Jérez, el portavoz municipal que ha tenido desacuerdos con la dirección provincial de partido, si será decisivo y podrá obtener cuota de poder con su cabeza de lista, María del Pilar Fenoy, de cuyo apoyo depende el candidato del PP, José Francisco Garrido, para alcanzar la Alcaldía.
Garrido ha llevado a los 'populares' a subir cuatro concejales, para situarse en diez, con un 40,67% de respaldo frente al 27,20% obtenido en las elecciones locales de 2019. En cuanto a número de votos, el PP ha pasado de 2.474 a 3649 sufragios en esta cita con las urnas.
Fuera de la corporación local queda Con Andalucía, que apenas llega al 3,99% de los sufragios, por lo que la izquierda pierde el concejal que sí logró hace cuatro años con Adelante Andalucía. En la comarca de Níjar la participación se ha situado en el 64,26 por ciento, cayendo 0,72 puntos mientras que ha subido la abstención en casi la misma proporción.
Níjar, con una conformación socioeconómica marcada por su potente sector agrícola y la anómala situación en la que viven los trabajadores migrantes del campo, así como por un difícil equilibrio entre la conservación del parque natural de Cabo de Gata y el empuje del turismo como el otro gran motor económico de la comarca, vuelve a la situación de hace ocho años, cuando se dio un idéntico empate entre PSOE y PP que se decantó para los socialistas con el apoyo de un concejal de Para la Gente.
La alcaldesa, Esperanza Pérez, ha impulsado en este mandato un plan piloto para erradicar los asentamientos de infraviviendas que salpican el término municipal que tuvo su primera actuación en enero con el desalojo y derribo del poblado chabolista de El Walili, en el paraje Los Nietos, junto a la carretera que da acceso al núcleo de Los Albaricoques. En el transcurso de la operación de desmantelamiento fueron atendidas 180 personas de las 254 censadas por los servicios municipales.
La iniciativa en la que el Ayuntamiento trabaja desde hace años se hace en colaboración con otras administraciones y la patronal empresarial agrícola, desde la que se ha expresado en distintas ocasiones su preocupación por la imagen que se ofrece del campo almeriense entre los consumidores de frutas y hortalizas en Europa, plantea como principales dudas las alternativas habitacionales.
De momento, se han habilitado 62 viviendas de alojamiento temporal en el polígono de Los Grillos que cuentan con una aportación de 1,5 millones de euros de fondos europeos a través de la Junta de Andalucía.
