La Fiscalía va a solicitar cinco años de prisión para un hombre acusado de introducir de forma irregular en el país a 14 personas procedentes de Argelia a bordo de una patera que desembarcó en una playa del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (Almería) en febrero de este año para, posteriormente, continuar hasta otra playa de la capital donde cedió la embarcación a otra persona que aguardaba su llegada.
El procesado, al que no constan antecedentes penales, está acusado de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros al entender que participó en la organización y ejecución de viaje con la "intención de enriquecerse ilícitamente" y "favorecer la entrada fuera de las vías legales" en España de los migrantes, por lo que se enfrentará a un juicio el próximo 20 de julio en la Audiencia de Almería.
Según recoge el escrito provisional de la Fiscalía, consultado por Europa Press, el acusado habría actuado con terceras personas no identificadas tanto en la preparación de la travesía como en la conducción de la patera a fin de promover "de forma directa" la inmigración clandestina desde la costa de Argelia.
Así, y pese a carecer de capacitación o práctica para la navegación en alta mar, patroneó la embarcación de fibra de unos seis metros de eslora y 1,5 metros de manga con 14 personas a bordo que desembarcaron en la playa del Corralete sobre las 8,54 horas del día 1 de febrero de 2023. Dicha nave era "totalmente inadecuada para la realización de un viaje de estas características".
Una vez desembarcados en la playa, el acusado junto con la otra persona no identificada habrían continuado la marcha hacia la playa de Costacabana de la capital almeriense, donde desembarcaron. Fue entonces cuando otra persona que esperaba en la costa se introdujo en la embarcación "de acuerdo con el plan establecido" y "se hizo cargo de la embarcación", de acuerdo con la acusación fiscal.
El hombre, que con su acción "puso en peligro la vida" de los ocupantes de la patera, fue detenido ya en tierra por agentes de la Guardia Civil. La Fiscalía recalca que la patera no reunía las condiciones de seguridad mínimas para garantizar la vida humana en el mar; ni por las características técnicas ni el número de personas a bordo.
En el mismo sentido, considera que la peligrosidad de la travesía aumentó por el hecho de realizarse el viaje en su mayoría en horas nocturnas y la falta de equipación necesaria en la embarcación. Igualmente, la ruta se hizo por una zona marítima transitada por numerosos buques, "con el consiguiente peligro de colisión al no poder detectar la presencia de la embarcación".