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La animación y el videojuego español, un sector en crecimiento y con retos tecnológicos

La industria ha registrado un crecimiento sostenido en el tiempo y en los últimos cinco años ha notado una explosión

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La industria española de la animación y el videojuego ha vivido una explosión de sus productos a nivel internacional en los últimos cinco años, con reconocimiento en el mercado global, y tiene ante sí el reto de asimilar y utilizar las nuevas tecnologías que surgen prácticamente de un día para otro.

Así lo ha expresado el director del certamen Weird Market, José Luis Farias, a EFE durante la celebración de este Mercado Internacional de Animación, Videojuegos y Nuevos Formatos Audiovisuales, que comenzó este lunes en La Harinera de València en la tercera edición que se celebra en esta ciudad en sus 16 años de trayectoria.

El sector de la animación y los videojuegos es potente en esta ciudad y ha ayudado a Weird Market a establecerse en València, con la intención de seguir celebrando en el mismo lugar próximas ediciones para reunir a inversores nacionales e internacionales con productoras y estudios de animación, videojuegos y 'new media', para facilitar la financiación de producciones dentro del sector y potenciar su crecimiento.

La industria ha registrado un crecimiento sostenido en el tiempo y en los últimos cinco años ha notado una explosión porque los productos españoles son cada vez más internacionales y las películas, series o videojuegos tienen reconocimiento en el mercado global.

De hecho, según Farias, España es una de las principales potencias en generación de animación y videojuegos en Europa, y su creatividad y originalidad destaca por encima de otros países.

Las empresas españolas están acostumbradas a trabajar en coproducción a nivel internacional, una colaboración que es fundamental para este sector porque ayuda a llegar a otros mercados y además complementa la financiación con "pequeños cachos" de distintas televisiones europeas, latinoamericanas o internacionales para los proyectos.

Según los últimos datos disponibles, existen 275 empresas dedicadas a la animación en España y cerca de 500 a videojuegos, un sector este último muy dinámico en creación y desaparición de empresas.

Retos a la vista

La evolución de la industria es positiva pero se enfrenta a varios retos, uno de ellos la adaptación de la tecnología tanto en el aspecto de la necesidad de inversión como en su aplicación, dado que continuamente surgen nuevas tecnologías que pueden mejorar las producciones.

"Enseguida se queda uno obsoleto, es una de nuestras preocupaciones", asegura el experto, una afirmación que enlaza con la exigencia de incorporar perfiles profesionales relacionados con esta parte tecnológica.

Además, es una industria muy activa e innovadora y "salta barreras" utilizando, por ejemplo, tecnología de videojuegos para hacer producciones de animación más rápidamente y abaratar costes, o por cambio de formatos, pues hay productos que no nacen originariamente para salas de cine o televisión sino para las redes sociales, lanzando personajes de animación.

Piden beneficios fiscales y más ayudas públicas

El sector reclama más deducciones fiscales para los inversores pero también más subvención pública para poder actualizar y mejorar las capacidades a nivel tecnológico y de innovación, y valora las ayudas para modernización de las industrias establecidas a nivel nacional y las destinadas a I+D+i, pero pide equipararlas a las que recibe el cine.

En el terreno de las deducciones, su existencia potencia el establecimiento de empresas nacionales y extranjeras en un territorio y una mayor producción audiovisual en general, según explica.

En cuanto a la inversión privada, puede oscilar entre los dos o tres millones de euros de las producciones independientes hasta los 40 millones, y cada vez más los inversores entienden mejor el funcionamiento de la industria.

Cambios en el consumo

En un momento de cambios en las formas tradicionales de consumo audiovisual por la presencia de las redes sociales, se ha producido un aumento de la animación para adultos, orientada a una franja de edad de 30 a 50 años, que consume más y tiene poder adquisitivo, lo que supone un gran volumen de productos de promoción comercial posterior.

Según apunta Farias, es una industria con muchas vertientes sobre la que el evento Weird Market intenta facilitar las claves de su financiación, su funcionamiento y la manera en que genera productos que son rentables. 

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