Apunto de concluir un nuevo año de incertidumbre, zozobra y dolor por culpa de la pandemia y sus efectos colaterales, resulta oportuno distinguir la luz entre tanta tiniebla. Hubo una corriente buenista en las perores semanas del confinamiento domiciliario que aventuró, de manera equivocada visto los acontecimientos presentes, que saldríamos de este tormento una sociedad mejor, con valores asentados de compañerismo, solidaridad, tolerancia, empatía y vecindad. Nada de eso ocurrió y por ello debemos subrayar la labor de aquellos hombres buenos y valientes que entregaron su vida porque Andalucía fuese mejor.
Ellos sí que son valores seguros para que nuestra comunidad haya prosperado en humanidad, integración, ecologismo y salud pública. De ellos me he acordado en bastantes tesituras estos meses por lo mucho que han aportado al mejor desarrollo y convivencia de Andalucía combatiendo contra los Goliat de las mafias, del ladrillo y del narcotráfico. Les hablo de tres activistas sin cuya dedicación altruista nuestra tierra y nuestras vidas serían mucho, muchísimo peores. Un sinfín de localidades y ciudadanos les deben su porvenir actual.
Juan Clavero, histórico dirigente proteccionista, alma mater de Ecologistas en Acción desde los últimos años 70. La conciencia medioambiental y de defensa de las zonas naturales que se ha afianzado en el subconsciente colectivo y de los poderes públicos no hubiera sido posible sin su denuncia incansable y de otros líderes ecologistas como Lola Illescas, Daniel López Marijuán o Juanjo Carmona.
Rafael Lara, portavoz y mucho más durante tantos años de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, alzó la voz contra el drama migratorio que sufrían centenares de miles de inmigrantes que se jugaban la vida y la perdían en el profundo estómago del Estrecho ante la insensibilidad de leyes y políticas migratorias inhumanas.
Francisco Mena, presidente de la Coordinadora Alternativas y de la Asociación Contra la Droga y el Narcotráfico del Campo de Gibraltar, se enfrenta desde hace décadas sin ambages a los clanes de la droga en esta comarca gaditana y reclama a las distintas administraciones públicas planes integrales sociales y económicos para que las nuevas generaciones no caigan en las tentadoras redes de los narcotraficantes.
Necesitamos muchos activistas valientes y comprometidos como Clavero, Lara y Mena, sobre todo si, como parece, Andalucía se enfrentará en breve a fantasmas que quieran arrasar con todo el camino andado.
