Los pantanos están a punto de parar los desembalses de agua

El pantano de Arcos y Bornos redujo este sábado en un 30% el nivel de agua desembalsada

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  • UGT denuncia que la falta de control ha provocado la inundación de la central hidroeléctrica de Bornos.
Los pantanos de la cuenca del Guadalete se encuentran ya a punto de finalizar las tareas de desembalse iniciadas días pasados tras haber alcanzado su nivel máximo de seguridad como consecuencia de las fuertes lluvias registradas en toda la zona. La decisión de la Agencia Andaluza del Agua es fundamental para que la ribera del Guadalete recupere la normalidad, toda vez que mientras se mantengan los desembalses es prácticamente imposible que se restablezca la situación anterior en los núcleos rurales afectados por el desbordamiento del río.

A pesar de que las lluvias han ofrecido una tregua en los últimos días, el pantano de Arcos-Bornos seguía este sábado desembalsando agua a un ritmo de 70 metros cúbicos por segundo, lo que supone una reducción del desembalse del 30 por ciento respecto a la jornada anterior. Hurones, por su parte, mantuvo durante el día un desembalse de 160 metros cúbicos por segundo, aunque esta operación no incide en el río por cuanto el agua se vierte directamente en el pantano de Guadalcacín.

Según Protección Civil, la zona necesitaría “entre 15 y 16 horas” para recuperar la normalidad una vez finalizados los desembalses.

Críticas a la gestión

Mientras tanto, la sección sindical FSP-UGT ha criticado la “falta de previsión” de la Agencia Andaluza del Agua, que según el sindicato no tuvo en cuenta las propuestas planteadas hace unos meses para establecer turnos rotativos de 24 horas en las presas que garantizaran su control, como ocurre en los casos de Charco Redondo y Guadarranque.

Esta sección sindical lamenta que esa falta de vigilancia haya provocado que la central hidroeléctrica del embalse de Bornos haya quedado “inutilizada” al haberse inundado a consecuencia de las avenidas de agua que se han registrado en dicho pantano, que han superado algunos días los 600 hectómetros cúbicos de agua.
FSP-UGT asegura que el embalse ha seguido en buena medida funcionando “gracias al plus de voluntad” de los propios trabajadores, en coordinación con el jefe de conservación y mantenimiento de la explotación.


El cauce del Guadalete baja más de un metro

La evolución de las riberas del Guadalete sigue siendo positiva. De hecho, ha podido constatarse que el cauce del río había descendido “algo más de un metro” respecto a la jornada anterior, algo a lo que han contribuido fundamentalmente la ausencia de precipitaciones y la disminución de los desembalses. La previsión meteorológica para este domingo sólo contempla chubascos dispersos, aunque para el lunes la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha declarado la alerta amarilla al esperarse lluvias que podrían alcanzar 40 litros por metro cuadrado en doce horas o hasta 15 litros por metro cuadrado en una hora. El Ayuntamiento, mientras tanto, mantiene activado el plan de emergencia que fuera puesto en marcha coincidiendo con el inicio del temporal.

La jornada de este sábado fue aprovechada por muchos vecinos de La Greduela para ultimar las tareas de limpieza de sus viviendas. Según la presidenta de la asociación de vecinos, María José Tejero, el principal problema que presentan ahora las viviendas es el elevado grado de humedad que se registra en su interior. De ahí que los afectados estén utilizando calentadores para que los inmuebles empiecen a ofrecer la temperatura necesaria para ser habitados.

De hecho, ninguna de las familias que decidieron abandonar sus viviendas ha podido aún pernoctar en ellas. El resto de los núcleos rurales también sigue recuperando la normalidad. Según el Ayuntamiento, la zona de Las Pachecas se mantiene como la más afectada por el desbordamiento del Guadalete. En concreto, la zona que presenta una mayor acumulación de agua es Zarandilla, dándose en cualquier caso la circunstancia de que la práctica totalidad de las viviendas que integran este núcleo son utilizadas únicamente los fines de semana, por lo que no han sido necesarios los desalojos. Las carreteras de esta zona se mantienen cortadas al tráfico al persistir en ellas la acumulación de agua.


El 15% de la zona regable está inundada

La organización agraria Asaja-Cádiz sigue ofreciendo detalles de los efectos que el temporal de lluvia y viento ha tenido en la agricultura y la ganadería de la campiña. Según la organización agraria, los cultivos más afectados son los cereales de invierno, la remolacha, los cítricos, y las hortícolas, principalmente la zanahoria, las chirivías, la alfalfa y la patata. Por lo que respecta a la superficie afectada, se tiene constancia de que al menos 1.500 hectáreas de las 10.000 con que cuenta la zona regable de Guadalcacín se encuentran “totalmente inundadas”.

Los daños en la ganadería afectan sobre todo al vacuno de leche, existiendo problemas serios para acceder a las explotaciones para alimentar a los animales, al tiempo que no pueden sacar la leche a diario. Las infraestructuras más perjudicadas son los carriles y caminos de acceso a las parcelas, que en muchos casos se encuentran “totalmente intransitables”.

De igual modo, el fuerte viento ha destrozado algunos invernaderos de la zona de Nueva Jarilla, presentando sus estructuras dobladas y los plásticos rotos. La organización agraria sigue evaluando el impacto que el temporal de lluvia y viento ha tenido en la zona, para de este modo poder reivindicar la adopción de medidas concretas.

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