Bajan un 60% los presos con SIDA que requieren ingreso hospitalario

Más de 13.000 consultas especializadas realizadas en la Prisión Provincial de Huelva para la atención del VIH/Sida y una mejora significativa en los niveles de salud de los internos infectados son parte del balance asistencial que ofrece, a propósito de la celebración ayer del Día Mundial de esta enfermedad, el Programa de Atención Integral al VIH/Sida que lleva a cabo la Unidad de Gestión Clínica de Infecciosos del Hospital Infanta Elena en las instalaciones penitenciarias desde hace más de once años.
   Se trata de un proyecto de atención especializada a los internos que se realiza en colaboración con los profesionales sanitarios de la Prisión Provincial y que han permitido, entre otros resultados, que se haya reducido en un 60% el número de pacientes que requieren de ingreso en el hospital gracias a su buena evolución, así como un descenso en más de un 30% de la necesidad de atención urgente a consecuencia de esta patología. El objetivo fundamental de este programa es ofrecer al interno la misma atención sanitaria que la recibida por la población general. El programa de atención integral permite un seguimiento muy exhaustivo del paciente no sólo en lo que se refiere a la detección temprana de la infección por VIH, sino en la realización de evaluaciones periódicas y en la adaptación de los diferentes tratamientos a la evolución del enfermo. Además, al tratarse en muchos casos de internos residentes habitualmente en la zona de adscripción del hospital, pueden continuar acudiendo a la misma unidad cuando recuperan la libertad, aumentando la eficacia de los tratamientos y el seguimiento integral del paciente. La unidad de gestión clínica también lleva a cabo un programa de atención destinado a los pacientes que padecen la Hepatitis C.
   Pero desde diferentes colectivos se pide un mayor y mejor trato para los reclusos. Y es que, según los datos proporcionados la pasada semana por Florentino Ávila, presidente de FOAD (Federación Onubense de Asociaciones de Drogodependencia), el 18% de la población reclusa es portadora del VIH, ante lo que demandaron la integración del sistema sanitario penitenciario dentro del sistema público sanitario.