No obstante, todos los esfuerzos de la hermandad se centran en la nueva casa de hermandad y almacén.
El Lunes Santo en la hermandad de los Afligidos tendrá una importante novedad. La hermandad espera tener a tiempo el nuevo manto bordado para la dolorosa que realizara Antonio Castillo Lastrucci.
El nuevo manto de la Virgen de la Amargura vendrá a unificar el estilo de bordado que ya lleva la Virgen en su saya, a juego con la túnica bordada de Jesús de los Afligidos. El manto con el que la Virgen de la Amargura viene procesionando desde hace décadas. Data de 1963 y fue bordado en un convento de religiosas. La Virgen estrenó en 1992 la actual saya bordada por Piedad Muñoz, mientras que Jesús de los Afligidos estrenó en 2007 su túnica bordada, en esta ocasión por Francisco Carrera. El manto azul de la Virgen de la Amargura formaba juego con la
saya blanca con bordados simétricos de Guillermo Gutiérrez Carrasquilla.
Una vez culminado el paso, a la hermandad sólo le queda la opción de enriquecer el ajuar de los titulares y de las imágenes secundarias. En el caso del manto de la Virgen de la Amargura, la necesidad era importante, no sólo por el desgaste del manto, sino por que sus bordados no iban a juego con la saya de bordados asimétricos.
No obstante, todos los esfuerzos de la hermandad se centran en la nueva casa de hermandad y almacén, actualmente en obras desde el pasado mes de diciembre. El local de la calle Doctor Arcos Plaza supondrá una importante inversión para la hermandad que hace dos años perdió el almacén de la calle San Ignacio, lo que obligó a meter el paso en el almacén de la Vera-Cruz.
El ahorro del alquiler del almacén y el de la actual casa de hermandad en la calle Churruca, se destinará a la adquisición de la nueva plaza.
La hermandad de los Afligidos inició hace más de una década un cambio de línea que le llevó a cambiar los hábitos penitenciales e incorporó niños con esclavinas, que le han dado un nuevo aire a la hermandad en la calle.
La cofradía, que adelantó hace unos años su hora de salida, pasando de las 19,30 horas a las 17,30 horas, retrasó después su salida en media hora. Precisamente, el paso de los Afligidos es una de las grandes joyas para la procesión Magna, tanto por la belleza del paso que tallara Antonio Martín, como por la peculiaridad de un misterio propio de la Bahía de Cádiz y ausente en Semana Santa en muchas partes de Andalucía.