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Silencio y pesar de familiares y amigos por la muerte del joven Juan Pedro Bermúdez Rodríguez

Los surferos piden el reconocimiento de las Administraciones para poder poner en marcha cursos de iniciación y perfeccionamiento.

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  • Decenas de amigos y deportistas acompañaron a los familiares del joven isleño fallecido. -
  • Deportistas tanto de San Fernando como de Conil velaron los restos junto a su familia
  • Debate sobre la seguridad de este tipo de deportes de riesgo
El más absoluto silencio por parte de los familiares del joven de 23 años Juan Pedro Bermúdez Rodríguez, en el tanatorio de la Zona Franca de Cádiz donde velaban los restos mortales del infortunado deportista.

Silencio también por parte de las decenas de personas, muchos jóvenes compañeros de actividad, en solidaridad con la familia. Y silencio, mucho silencio que posiblemente no se va a levantar, sobre lo ocurrido en la tarde del domingo para que lo que prometía una buena tarde de kitesurf gracias a los vientos de poniente, terminara en una tragedia en la playa de Sancti Petri.

En medio de ese silencio, el dolor y el coraje contra la fatalidad se cortaba con una navaja y el sepelio que tendrá lugar en la mañana de este martes se presume multitudinario teniendo en cuenta la cantidad de personas que han acompañado a la familia y lo querido que era un joven en la flor de la vida, como han dejado escrito sus amigos en los comentarios de la web andalucía información.es, sección San Fernando.

En el tanatorio de Cádiz no sólo había compañeros de San Fernando, de donde era Juan Pedro Bermúdez, junto a sus familiares y amigos por otras actividades, sino también del club de kitesurf de Conil, que quisieron testimoniar su pesar por la pérdida.

Lo que a buen seguro va a suceder, al menos durante un tiempo, es el debate sobre este tipo de deportes considerados de riesgo, y mucho más en el caso del kitesurf que es relativamente joven. Este tipo de deportes nacen y se inician prácticamente en forma experimental, añadiéndoseles porteriormente y poco a poco más medidas de seguridad, en función de las experiencias de los practicantes.

Como todos los deportes de este tipo y sin que sea una referencia al joven fallecido, la experiencia es lo principal para practicarlo con seguridad, de la misma forma que la peligrosidad va en sentido inverso a la primera, por lo que se precisa una etapa de aprendizaje de manos expertas, así como un equipo lo más sofisticado posible y con las últimas novedades en materia de seguridad. Lo que no sea eso, dado el poco poder adquisitivo de los jóvenes, se suple con precaución.

Precauciones
Esas precauciones ya vienen en los manuales de internet y es fácil encontrarlas tanto en páginas especializadas como en Wikipedia, donde queda bien claro que no se recomienda la práctica del kite con viento de tierra off-shore, ya que ese viento aleja de la playa. No obstante, la misma publicación destaca que existen sitios específicos donde con viento de tierra se puede navegar, como es el levante en la playa de Valdevaqueros en Tarifa.

Pero independientemente de todo ello, lo que sí es cierto es que los surferos, en la modalidad que sea, no cuentan con el suficiente apoyo de las Administraciones públicas que puedan ayudar a poner en marcha clubes y en ellos, cursos de iniciación y perfeccionamiento, entre otras muchas cosas.

Basta visitar para ello la web del club Campoloco surf 1987, que preside Suso Picardo, para darse cuenta que se encuentran con muchas dificultades a la hora de hacer las cosas meridianamente bien, comenzando por el reconocimiento de la Delegación de Deportes de San Fernando.

Sus objetivos son conseguir una zona destinada a la práctica de surf y bodyboard en verano y una escuela de surf para la iniciación. A ello se unen cosas cosas como conseguir un vestuario en la playa o simplemente una caseta para cambiarse sin que la Policía les llame la atención. O sea, ejemplos simples de que necesitan la ayuda mínima para pasar de lo puramente anecdótico a lo verdaderamente necesario para su seguridad.

Una mala tarde de domingo
El joven falleció alrededor de las cinco de la tarde de este domingo mientras practicaba kitesurf en la la playa de Sancti Petri de la vecina localidad de Chiclana de la Frontera.

Las primeras hipótesis apuntaban a que se encontraba en el agua realizando dicha disciplina deportiva cuando una fuerte racha de viento lo sacó del mar y se fue a estrellar contra una de las vallas de la playa. En un principio fue asistido por un médico de nacionalidad alemana que se encontraba en la playa y posteriormente se trasladaron hasta el lugar de los hechos los servicios de emergencias, aunque no pudieron hacer nada para salvarle la vida.

El kitesurf está considerado un deporte de riesgo que se practica con una cometa, la cual varía de tamaño, según la potencia de arrastre que se desee tener. Ésta se asegura a la cintura de la persona, por medio de dos a cuatro poleas, unidas por un arnés. Para deslizarse, se necesita de una tabla de surf, la cual, en la mayoría de las ocasiones, es bastante más pequeña que la original, y también de la fuerza del viento.

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