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El Loco de la salina

Más café no, por favor

Los locos sabemos que hay personas que llevan dentro una sensibilidad especial hacia tanta miseria

Publicado: 19/02/2023 ·
16:53
· Actualizado: 19/02/2023 · 16:53
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Autor

Paco Melero

Licenciado en Filología Hispánica y con un punto de locura por la Lengua Latina y su evolución hasta nuestros días.

El Loco de la salina

Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son los demás. Albert Einstein

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Como ahora se están preparando los programas de las Elecciones Municipales, los locos nos hemos reunido urgentemente. Queremos que los partidos políticosdispongan de tiempo suficiente para añadir a la enorme lista de sus promesas algo que, por lo menos en el papel, haría de La Isla un lugar digno de ser imitado en otras localidades del entorno. Aquí ya sobresalimos por el impresionante mimo hacia los perros, por los muñecos de los semáforos cogiditos de la mano y por otras cosas tan interesantes. A ver si hay también un hueco para que los pobrecitos y dejados de la mano de Dios tengan un lugar digno donde cobijarse y no un aparcamiento de pobres, que es lo que tienen. Ya sabemos que los programas no los lee ni el que los hizo. Por eso ningún político se fía ya de ellos y lo que hacen ahora es salir continuamente en las redes sociales, nunca mejor dicho, porque la red es un nombre creado para ver quién cae dentro de la telaraña.

Los tiempos han cambiado, y ahora se dedican a publicar fotos y comunicados, a señalar a qué hora van a estar en un sitio y en otro, y sobre todo a tomar café con todo lo que se mueve, de modo que tienen a medio pueblo con un tic nervioso que ni te cuento… Se lo curran tela, porque en el fondo de lo que se trata es de volver a salir otra vez y así eternamente, nunca por un máximo de dos legislaturas aproximadamente, que es lo que tendría que decretarse por ley para todo bicho viviente que pretenda vivir de la política.

Pues bien, no paramos de ver cantidad de personas pidiendo por las calles de La Isla, y sobre todo a muchos pedigüeños intentando dormir a la intemperie en cualquier sitio con el pedazo de fríoy de viento helado que hace. Concretamente, frente al Pan Nuestro, cuya labor es extraordinaria, hay instaladas tres pequeñas tiendas de campaña que buscan tener a mano comida y aseo. Esas tiendas están colocadas en medio de hierbajos, escombros y suciedades, y seguro que son visitadas de noche por ratas de envergadura. Todas estas cosas son las que realmente nos ponen nerviosos, no el café.

Los locos sabemos que hay personas que llevan dentro una sensibilidad especial hacia tanta miseria. Conocemos, entre otras, a la Asociación de Personas sin Hogar con Derechos (PESHO-DEI), que está formada por cañaíllas voluntarios que luchan diariamente para ayudar a esas personas tan abandonadas de la fortuna. Ya digo, ¿los políticos no podrían añadir a sus programas la construcción en La Isla de un Albergue digno, como hay en otras ciudades, para atender estos casos extremos de pobreza? Ya sabemos que eso cuesta dinero, pero más dinero cuestan otras cosas. Lo de la Plaza del Rey habrá que hacerlo, pero los locos creemos que hay otras cosas mucho más importantes.

Como mi hija Virginia se encuentra entre los valientes gladiadores de esa asociación, y además el viernes que viene es su cumpleaños, quiero aprovechar para decirle que felicidades y enhorabuena. No solo porque la Tierra haya dado una vuelta más alrededor del sol, sino por su sensibilidad y su beligerancia contra la miseria. Es algo inquieta como inquietofue su padre antes de volverse loco, pero también es un poco loca como su padre de ahora.

Sigue luchando, Virginia, y, si te ingresan aquí, procuraremos mantenernos siempre indiferentes con los poderes establecidos, sabiendo que muchos de ellos han hecho de la política una profesión y un medio de vida, y nosotros vamos por caminos bien distintos.

Felicidades, muñeca medio loca.

 

 

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