Una de las imágenes más comentadas de la semana ha estado protagonizada por María Dolores de Cospedal, la secretaria general del Partido Popular; entre otras cosas, porque en su comparecencia de hace unos días lució un pañuelo palestino. Más bien era un amago de pañuelo palestino, a lo sumo, un pañuelo palestino de diseño, en tonos cálidos y agradables, aunque con toda la apariencia propia del pañuelo palestino. Tanto revuelo se ha montado que Cospedal ha comentado públicamente que no se trataba de un pañuelo palestino, lo que viene a confirmar que todo formaba parte de una cuidada estrategia de imagen para incidir en el aperturismo de los populares hacia los votantes más moderados de la izquierda de este país, porque puede que ese mismo modelo de pañuelo no se vea en las manifestaciones, pero sí asume unas connotaciones evidentes. Ahora habrá que ver quién es el avispado que lo comercializa para extender su uso entre la juventud de marca.