El portugués Sergio Paulinho, del Radioshack, fue el vencedor de la décima etapa del Tour de Francia disputada entre Chambéry y Gap, de 179 kilómetros, una jornada de descanso activo que sacó al pelotón de los Alpes con el luxemburgués Andy Schleck (Saxo Bank) vestido de amarillo y que no alteró la clasificación general.
Paulinho, de 30 años, subcampeón olímpico en Atenas 2004, vivió su día de gloria en la festividad francesa del 14 de julio, con un triunfo al esprint en duelo directo con su compañero de escapada, el bielorruso del Caisse D'Epargne Vasil Kiryenka, que le discutió la etapa hasta el último centímetro.
La foto de llegada señaló al corredor de Oeiras, que estrenó su palmarés en el Tour, mientras que la tercera plaza correspondió al belga Dries Devenyns, a 1.29 minutos. El pelotón, con Mark Cavendish al frente, se presentó a 14.20.
Ganador de la etapa de la Vuelta 06 con final en Altamira, Paulinho fue el protagonista en un día de siesta que terminó a una media de 34,5 kms/hora, con retraso de una hora sobre el horario previsto.
La general no sufrió alteración alguna. Andy Schleck estrenó el maillot amarillo de salida y pasó un día relajado.
Lo mismo que Alberto Contador, que le sigue a 41 segundos. La tercera plaza en el podio de momento es para Samuel Sánchez, a 2.45 minutos.
En una jornada previsible se formó en el kilómetro 30 una escapada que resultó definitiva, con Aerts (Omega), Kiryenka (Caisse D'Epargne), Devenys (Quick Step) y Paulinho (RadioShack), a los que se unieron más tarde los franceses Bouet (AG2R) y Rolland (Bouygues). Un grupo que coronó el Col de Laffrey (1a, km 77) con 9 minutos de renta, con permiso del pelotón impulsado por el Saxo Bank de Andy Schleck, con el resto del mundo a rueda.
Etapa lenta, tranquila, tras la batalla de La Madeleine. Los aventureros rodaron convencidos de que se iban a jugar la victoria entre ellos en la jornada que se despedía de los Alpes. A 70 kilómetros de Gap la ventaja subió a 11 minutos.
Ninguno de ellos tenía currículum en el Tour, pero Paulinho y Kiryenka si alcanzaron sendos triunfos de etapa en la Vuelta a España y Giro respectivamente. Aerts, de 35 años, representaba la experiencia, con una lejana Flecha Valona en su hoja de servicios y dos segundos puestos en el Tour, además en territorio alpino.
El Col de Noyer (2a), de 7 kilómetros al 5,3 por ciento de pendiente media, con la cima a 33 kilómetros de meta, no alteró la desidia en el pelotón, sino que la acentuó aumentando su retraso respecto a la avanzadilla, donde no hubo escaramuza alguna para romper la monotonía en el día nacional y de asueto en el Tour.
Faltaba para rematar la faena una cota no puntuable, La Rochette, que pasó a la historia en 2003, también un 14 de julio, por una aparatosa y grave caída del español Joseba Beloki y la demostración de suerte y habilidad de Lance Armstrong, que iba de amarillo, para salvarse de la costalada atravesando el prado y aparecer al otro lado de la carretera, en un día victorioso para el kazako Vinokurov. La curva del accidente ahora se llama “pasaje Armstrong” y tiene una placa conmemorativa, así como un camino que señala el trayecto que siguió el texano en aquel episodio.
En el ascenso se animó la escapada con el salto de Mario Aerts. Así empezaron unas hostilidades en las que Paulinho y Kiryenka sacaron partido con una arrancada que nadie más pudo seguir. Dos buenos rodadores que ya no dieron tregua hasta la recta de llegada en Gap.
Paulinho arrancó con fuerza a 400 metros de la línea y ya no dio opción al bielorruso, que no se dio por vencido y metió la rueda in extremis. Llegada ajustada y primera victoria del portugués en el Tour, donde no ganaba un compatriota desde 1989.