El tremendo terremoto que sacudió Marruecos este viernes ha tenido un impacto devastador, dejando hasta el momento
más de 2.300 muertos y al menos 2.000 heridos. Este suceso ha resonado en España, especialmente considerando los
recientes sismos registrados en Granada.
Las autoridades en Marruecos han llamado a la calma y han activado un gran despliegue de emergencia. Aunque el
Ministerio de Exteriores de España ha confirmado que no hay víctimas españolas, la inquietud crece debido a la cercanía geográfica y las características tectónicas compartidas con Marruecos.
Este grave terremoto ha vuelto a poner de relieve el concepto del
"beso geológico", el acercamiento constante entre el continente africano y Europa. Este fenómeno ha sido el motor de los
seísmos recientes en Granada, poniendo a más de 14 millones de españoles en zonas de alto o muy alto riesgo sísmico. Jesús Galindo Zaldívar, profesor y catedrático de la Universidad de Granada, subraya en declaraciones al diario El País que "las placas africana y euroasiática se aproximan cada año entre cuatro y cinco milímetros".
Según un informe del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) de los investigadores
Julián García-Mayordomo y Raúl Pérez López, desde diciembre de 2020 hasta enero del presente año se registraron más de 430 terremotos de magnitudes entre 3 y 4,5 en el área de Atarfe, junto a Granada. Los expertos señalan que la actividad sísmica en la región no es un fenómeno aislado, sino parte de un campo de
tensión tectónica constante que podría desencadenar futuros eventos sísmicos en la Península Ibérica.