La recién promulgada Directiva de Eficiencia Energética de la Unión Europea, publicada el 20 de septiembre en el Diario Oficial de la UE, pone en marcha nuevas regulaciones energéticas que los países miembros deben integrar a sus legislaciones nacionales en un plazo de dos años. Una de las claves de esta directiva es la eliminación gradual de las calderas de gas, siendo las bombas de calor la alternativa sugerida.
Este nuevo marco regulatorio tiene como finalidad principal alcanzar un ahorro del 11,7% en el consumo de energía final y primaria para 2030, tomando como referencia el escenario del año 2020. Para cumplir con este ambicioso objetivo, se han establecido metas anuales acumulativas de ahorro energético para cada estado miembro.
Así, entre 2021 y 2023, los países de la UE deben procurar un ahorro anual del 0,8% en energía final. Para el periodo de 2024 a 2026, la meta de ahorro se incrementa al 1,3%, y para el periodo entre 2026 y 2028, al 1,5%. Finalmente, entre 2028 y 2030, el objetivo de ahorro se fija en el 1,9% anual.
En cuanto a las implicaciones prácticas, esta directiva prohibirá la instalación de calderas de gas en nuevas viviendas a partir de enero de 2026. Sin embargo, se han contemplado ciertas excepciones para industrias intensivas, las cuales podrán continuar utilizando calderas de gas hasta el 31 de diciembre de 2030.
BOMBAS DE CALOR
Las bombas de calor son presentadas como la solución preferida para sustituir las calderas de gas. Estos sistemas, eficientes y ecoamigables, transfieren energía del entorno al sistema de calefacción interior, reduciendo significativamente el consumo eléctrico. La electricidad en estos sistemas se emplea principalmente para activar el compresor y otros componentes del sistema. Hay varios tipos de bombas de calor en el mercado, como el sistema aire-agua, cuyo costo puede ascender hasta los 10.000 euros; el sistema aire-aire, con precios entre 2.000 y 8.000 euros; y el sistema geotérmico, que puede costar hasta 20.000 euros. El propósito de promover estas alternativas es impulsar la eficiencia energética y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero en el ámbito de la calefacción y refrigeración.