La delegada provincial de Cultura de la Junta en Cádiz, Yolanda Peinado, y el director del Museo Provincial de Cádiz, Juan Alonso, presentaron ayer los actos que se han programado para celebrar el trigésimo aniversario del hallazgo del sarcófago antropoide femenino, conocido como ‘La Dama de Cádiz’, que se cumple exactamente el próximo día 26.
Según indicaron en rueda de prensa, podría decirse que ‘La Dama de Cádiz’ y el sarcófago antropoide masculino -que fue hallado en el año 1887 también en la capital gaditana- son las piezas más singulares de la Pinacoteca Provincial. Y es que, no en vano, sólo se ha encontrado una decena de piezas de artesanía fenicia de este tipo en todo el mundo y únicamente tres son femeninas.
La pieza fue hallada de manera casual en un solar de la calle Ruiz de Alda --actual calle Parlamento-- donde se estaba construyendo un edificio. Una excavadora dio con ella a unos dos metros de profundidad, provocando leves desperfectos en la zona de los pies de la figura.
En este punto, Peinado aludió a la “jugarreta del destino” que la ubicación de este hallazgo supone para la figura de Pelayo Quintero (1867-1946), antiguo director del Museo de Bellas Artes de Cádiz y arqueólogo “apasionado de la cultura fenicia”, que, convencido de que en la ciudad había un sarcófago compañero al masculino hallado en 1887, llegó a excavar hasta en su propio jardín. La ironía reside en que ‘La Dama de Cádiz’ se encontró justo debajo de donde estaba su vivienda.
Para celebrar el aniversario de su descubrimiento, el sarcófago antropoide femenino se convertirá en ‘La Pieza del Mes’ el próximo domingo, con una conferencia a cargo de Ramón Corzo, quien fuera director del Museo de Cádiz en 1980 y quien dirigiera las referidas excavaciones arqueológicas.
Los días 28 y 30 de septiembre se realizarán cuatro visitas guiadas diarias llamadas ‘Te presentamos el sarcófago’. Las explicaciones de estas visitas correrán a cargo de los Miembros de la Asociación de Guías Voluntarios del Museo de Cádiz. También el día 30, el Museo Provincial acogerá ‘Los Perdedores’, una audición de la conferencia pronunciada en el mismo escenario por Fernando Quiñones el 18 de mayo de 1995, con motivo del Día Internacional de los Museos de aquel entonces, y que versa sobre el hallazgo.
Entre los días 26 y 30, el museo también pondrá a disposición de los visitantes una hoja informativa en la que se explicarán las principales características del sarcófago antropoide femenino y las circunstancias de su hallazgo.
Finalmente, la delegada de Cultura ha explicado que el Gabinete Pedagógico de Bellas Artes de Cádiz distribuirá entre los escolares y los niños que visiten el museo un recortable didáctico sobre la pieza en cuestión. Este recortable está pensado como actividad posterior a la visita que se realice al Museo de Cádiz y está concebido como complemento sobre aspectos generales del mundo fenicio y Gadir que habrán sido abordados en el Museo y complementados en el aula. Su montaje es sencillo y carece de color para que este pueda ser realizado por los alumnos.
Una pieza con un alto valor histórico y artístico
Contextualizada en la época fenicio-púnica, la pieza está datada en el año 470 antes de Cristo. Se trata de una figura labrada en mármol -probablemente procedente de la misma cantera que el utilizado para fabricar el sarcófago masculino, seguramente de Asia Menor- que representa una figura femenina de cuerpo entero, tendida boca arriba, vestida con una túnica talar que lo cubre completamente, a excepción de los pies y los brazos. En el izquierdo sostiene un recipiente similar a un alabastrón. La cabeza, tallada en altorrelieve, representa el rostro de una mujer joven de expresión adusta y austera, de grandes ojos almendrados, nariz recta y proporcionada, labios finos e inexpresivos. El pelo aparece peinado en forma de arco, en dos sucesiones superpuestas de bucles a modo de bolas, enmarcando la frente y el rostro de la mujer. Se da la circunstancia de que las ramas de una higuera habían penetrado en el sarcófago destruyendo parte de lo que había en su interior. No obstante, según la ficha del museo, en el interior de la caja se hallaron unas pestañas de bronce que formarían parte de una máscara funeraria que presumiblemente cubría el rostro de la difunta, que se cree que era una dama de la alta sociedad gaditana o una sacerdotisa.