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Acento andaluz

El error de cargarse la subasta de medicamentos

En demasiadas ocasiones, los partidos políticos y sus máximos dirigentes son víctimas voluntarias de sus palabras. Cuando ejercen la oposición, aplican martillo

Publicado: 03/06/2024 ·
08:03
· Actualizado: 03/06/2024 · 08:04
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  • Medicamentos. -
Autor

Fernando Pérez Monguió

Presentador de 'Acento Andaluz' en 7 Televisión y jefe de informativos de la Cadena SER Andalucía

Acento andaluz

Fernando Pérez Monguió analiza en este espacio la actualidad andaluza, con fibra progresista y corazón social

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En demasiadas ocasiones, los partidos políticos y sus máximos dirigentes son víctimas voluntarias de sus palabras. Cuando ejercen la oposición, aplican martillo de Thor contra el adversario en el gobierno de turno que les hace rehenes de sus discursos y sus denuncias. Cuando esos mismos mandatarios tocan poder, en cumplimiento de la palabra dada y en coherencia con sus mensajes, adoptan decisiones que con el paso del tiempo se demuestran erróneas porque nacieron de la frivolidad de una crítica vacua de contenido con el único objetivo de desgastar al ejecutivo del momento. De esta máxima irresponsable que aplican la mayoría de las formaciones tenemos ahora un ejemplo de libro. Me refiero a la subasta de medicamentos, una medida que implantó años atrás la ex consejera de Salud de la Junta, la hoy vicepresidenta del Gobierno de España, la socialista María Jesús Montero, con la que el Gobierno andaluz ahorró una media de 200 millones de euros al año en medicamentos.

El PP armó un argumentario durísimo contra esta medida que permitía contener el gasto farmacéutico. Llegaron a lanzar acusaciones bestiales como que con la subasta no se garantizaba el suministro de todos los medicamentos que necesitaban los pacientes andaluces e incluso que algunos de esos medicamentos seleccionados en la puja no tenían la calidad y la garantía suficiente para ser dispensados a los andaluces. Vamos, poco menos que con esos medicamentos de la subasta a los andaluces no sólo no nos trataríamos adecuadamente, sino que incluso podían perjudicarnos la salud.

Casi 6 años después de llegar el presidente Moreno al Palacio San Telmo y eliminar de un plumazo la subasta, el gasto farmacéutico se ha disparado en Andalucía un 34% detrayendo dinero de más personal necesario que minimice la errática gestión sanitaria en Andalucía, en los puestos de cabeza de las listas de espera para operarse, para una prueba diagnóstica o para que te vea un especialista. Y, como no quieren reconocer el error, buscan alternativas para menguar como sea el disparado coste de los medicamentos imponiendo ahora a los farmacéuticos una especie de impuesto por vender genéricos. Esto es, un 5% de lo que recauden con estos medicamentos tendrán que derivarlo al Servicio Andaluz de Salud, lo que ha enervado a la patronal de las Oficinas de Farmacia de Andalucía. El presidente Moreno, que tantos elogios ha dedicado a Felipe González en los últimos tiempos, bien haría en hacer suya la frase del otrora presidente español: “En política se puede meter la pata, pero hay que saber sacarla cuando te equivocas”. Si sigue este consejo, debería restaurar la subasta de medicamentos y dejarse de parches estériles.

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