Un nuevo robo en la iglesia castrense obliga a colocar rejas

El ladrón o los ladrones rompieron vidrieras y penetraron en el interior del templo, robaron dinero y causaron destrozos

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  • Rejas por donde entraron. -
La parroquia castrense de San Francisco está extremando las medidas de seguridad tras sufrir un nuevo robo en la madrugada del martes. La puerta del templo permanecía a primera hora de la mañana entreabierta, algo inusual, sobre todo porque las mismas se abren puntualmente a las 8,00 horas. El motivo no era otro, que unos ladrones habían robado en el interior y habían usado la puerta principal para salir, repitiendo la secuencia del pasado mes de mayo, cuando de nuevo se produjo un nuevo robo, en el que el ladrón o ladrones arrancaron de cuajo los cepillos ubicados junto a la puerta.

En esta ocasión los autores subieron a la azotea de la iglesia a través de edificaciones contiguas y tras romper dos vidrieras de la entrada, pasaron al cancel interior, descolgándose del mismo con la ayuda de una cuerda.
Una vez en el interior del templo se dirigieron al interior de la sacristía, donde forzaron una caja donde sólo había algunos euros recogidos en las misas del lunes, nada importante, aunque por parte de la parroquia si se destacan los destrozos ocasionados en en cajones y armarios interiores.

El modus operandi, y sobre todo la salida de los ladrones, recuerda lo sucedido el pasado día 11 de mayo, por lo que no se descarta que sean los mismos autores del robo del año pasado.

Se da la circunstancia de que tanto en robo de mayo como en el del pasado martes, los ladrones no atentaron contra las veneradas imágenes de los titulares y fueron directamente a por su objetivo, por lo que se presume que son asiduos de la iglesia castrense, pues en todo momento sabían lo que hacían y a lo que se dirigían.

La preocupación en el seno del consejo parroquial ha crecido ante los reiterados robos y si en la última ocasión se reforzaron las medidas de seguridad de las puertas, ahora la parroquia ha acometido de forma urgente la colocación de rejas en todos los ventanales accesibles y también se han dado los pasos para dotar el templo de alarma, por lo que se espera que en pocos días estén colocados los sistemas, lo que convertiría al templo castrense en uno de los primeros de San Fernando en reforzar sus medidas de seguridad hasta el extremo necesario para evitar la reiteración de los robos.

Sorpresa ante lo sucedido
En la parroquia existe cierta sorpresa y pesar por la reiteración de los robos. Es más, se duda de que a pesar de que han ido directamente a por el dinero se trate de un robo perpetrado por motivos de necesidad, ya que el servicio de Cáritas de la parroquia castrense es uno de los que mejor funciona en San Fernando y atiende a cientos de familias mensualmente, pudiéndose apreciar largas colas en la puerta de la dependencia.

Ningún robo o atentado contra el patrimonio público o privado está justificado, por lo que la parroquia ha interpuesto la correspondiente denuncia y la Policía Nacional ha realizado las oportunas investigaciones para esclarecer los hechos.

Los ladrones dejaron la puerta principal de la calle Real encajada y la cuerda colgando desde el escudo heráldico que preside el cancel del templo. Hechos evidentes de algo anormal en el devenir diario de una parroquia que mantiene un alto nivel de celebraciones y que permanece abierta durante muchas horas al día.

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