Nuevamente el debate de la distribución de los ingresos por las sillas y los palcos en el Consejo de Hermandades está de actualidad. En este caso se debe a que en las últimas semanas, no son precisamente pocos los debates en los que se apuesta por
unificar el reparto de los ingresos de manera igualitaria tanto para hermandades de nómina (las que van a Catedral), con las de vísperas.
Este es un debate que deberán aprobar o no llegado el momento las propias cofradías, pero realmente,
¿cuál es el miedo? ¿De qué cantidades de pérdida reales estamos hablando?
Una pequeña cantidad que alivia y mucho
Hasta la fecha, con el modelo de reparto actual, las hermandades de nómina
reciben mucho más dinero que las de vísperas, rozando incluso el triple de los ingresos. De esta manera, nos encontramos con que actualmente las
hermandades de víspera, tienen sus ingresos de la siguiente forma:
- Un paso: 9.665 €
- Dos pasos: 13.245€
Mientras que las
hermandades de nómina obtienen el siguiente dinero por la recaudación de los palcos y sillas:
- Un paso: 25.886 €
- Dos pasos: 32.214 €
- Tres pasos: 38.561€
Todo esto, son cifras aproximadas tomando
como referencia los últimos repartos que se han producido desde el Consejo de Hermandades.
En el caso de que
se hiciese un reparto igualitario entre las diferentes hermandades que forman parte de la sección de penitencia del Consejo de Hermandades el reparto quedaría de la siguiente manera:
- Un paso: 23.294 €
- Dos pasos: 29.622 €
- Tres pasos: 35.969€
Como se puede comprobar, un reparto en el que, claramente,
las Hermandades de Vísperas salen como grandes beneficiadas pero también, son las que están
en barrios más desfavorecidos o que incluso tienen que llevar a cabo
proyectos de gran envergadura en un periodo de tiempo menor. Estos son tales como realización de nuevas imágenes, puesta en marcha y desarrollo de la acción social o el incremento de patrimonio por parte de la hermandad. No hay que olvidar que este tipo de gastos
son los mismos e incluso mayores en las Hermandades de vísperas que en las que procesionan de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección.
No hay que olvidar que realmente, a niveles generales estamos hablando de
una pérdida de media de 2.592€ por Hermandad de Nómina, lo que tampoco supone
ni siquiera una reducción del 10% sobre lo que reciben, por lo que no es una pérdida sustancia ni significativa en comparación a lo que estarían ayudando a las Hermandades de Vísperas. Además, en el caso de que se uniera otra Hermandad a la nómina como puede pasar en próximas fechas, no habría problema con este reparto, ya que la cantidad que se le quitaría a las hermandades
sería de aproximadamente 400€, una cantidad irrisoria teniendo en cuenta los números en los que se mueve una cofradía sevillana.
A todo esto no hay que dejar de lado la aportación, que, por mínima que sea, reciben
las hermandades de gloria por parte del Consejo para ayudar en sus labores y quehaceres diarios que también estarían contemplados en este reparto.
El talón de Aquiles: los estatutos
Ahora el debate está entre el Sí y el No. Las hermandades que son reacias se acogen al argumento de que realmente son ellas, las de nómina,
las que generan el dinero que luego se reparte entre las diferentes hermandades y que, por lo tanto, son ellas las que se tienen que
llevar la mayor parte del pastel.
Claro está, que las Hermandades de Vísperas no se iban a quedar en absoluto, quieras y son muchas las que
ya se movilizan entre los estatutos del Consejo y acogerse al artículo 7 dichos estatutos en los que se afirma que “todas las hermandades
tienen los mismos derechos y obligaciones”, unos derechos que también se amparan en esta subvención.
A partir de aquí queda ver quién es el que
realmente le pone el cascabel al gato, pero lo que es seguro es que tanto unas como otras, pueden estar en lo cierto, pero solo hay una que está recogida en papel y esa es la de los estatutos…
