La Junta y las farmacias se alían para detectar víctimas de maltrato y poder ayudarlas

La Junta y el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos han firmado un convenio para ayudar a las víctimas de violencia de género y detectar casos de maltrato, una alianza que convierte estos establecimientos en 'espacios seguros' en los que pedir un determinado producto como señal de alerta. 

La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles López, y el presidente del Consejo de Farmacéuticos, Antonio Mingorance, han firmado el acuerdo de colaboración para convertir las farmacias en espacios seguros para las víctimas de violencia de género, según ha informado este domingo la Junta en un comunicado. 

Este reconocimiento se materializará con un distintivo en el establecimiento y, a través de un producto clave, las mujeres que lo precisen podrán solicitar ayuda al personal farmacéutico, que dará la alerta a los servicios de emergencia 112.

Este convenio es el resultado de las Comisiones Provinciales de Seguimiento contra la Violencia de Género celebradas el pasado mes de junio y evidencia la implicación de las farmacias, que demuestran así su sensibilidad social. 

López ha recordado que el 900 200 999 es el teléfono de referencia de las mujeres andaluzas que buscan información y asesoramiento en materia de igualdad y, muy especialmente, para aquellas que sufren violencia de género, un recurso al que se suma la red de farmacias. 

Por su parte, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos ha recordado que ya en la pandemia se puso en marcha un proyecto para que las víctimas pudieran alertar de su situación, una iniciativa a la que se da ahora continuidad.

Mingorance ha detallado que Andalucía cuenta con 3.860 farmacias y 11.000 farmacéuticos, el 70 % mujeres con una edad media de 49 años, lo que convierte a estos establecimientos en un perfecto aliado contra la violencia machista. 

Las mujeres perciben las farmacias como un recurso cercano, especialmente para aquellas que viven en el medio rural, lo que recalca la importancia de que sirvan también como punto de referencia en violencia de género.

El convenio facilitará un distintivo que identifique a las farmacias como un espacio seguro para las víctimas de violencia de género, que estará expuesto en un lugar visible y accesible para que las mujeres puedan reconocer dichos espacios como un recurso al que acudir. 

Además, se establecerá un instrumento para que las andaluzas que se encuentren en situación de riesgo o peligro puedan acercarse a la farmacia y solicitar un producto en clave que sirva de señal para el personal farmacéutico, garantizando en todo momento la máxima discreción y confidencialidad.

Dada la importancia de mantener en clave dicho producto, la consejera ha señalado que se facilitará este dato solo a través de los distintos colegios farmacéuticos, de los servicios sociales comunitarios, del Instituto Andaluz de la Mujer y de las asociaciones de mujeres.