Tres años de minucioso y exquisito trabajo pictórico para decorar el antecamarín, la estancia que da acceso al camarín de la Santísima Virgen de la Esperanza, para convertirlo en “la antesala de la gloria macarena” y en una de las grandes obras de arte estrenadas por la Hermandad de la Macarena en las últimas décadas.
Gracias a esta intervención del pintor Manuel Peña Suárez, la Hermandad ha convertido este espacio en una auténtica “catequesis visual”, un lugar decorado con tal majestuosidad que lo sitúa a la altura de lo que precede, es decir, el camarín que creara Fernando Marmolejo Camargo para la Virgen de la Esperanza Macarena.
Para el Hermano Mayor macareno, José Antonio Fernández Cabrero, esta es la “antesala de la gloria macarena”, que “dispone espiritualmente a los devotos para el encuentro en la cercanía con la Virgen”. “Entrar en el camarín es acceder a la instancia más íntima de la Virgen, y para eso se requiere una transición que nos predisponga los ojos de la cara a la belleza estética y los ojos del alma a la hermosura de encontrarnos con la esperanza”, señala.
En opinión de Fernández Cabrero, “nos encontramos ante una de las grandes obras patrimoniales que esta Hermandad ha culminado en las últimas décadas, complementando el majestuoso camarín con otra estancia majestuosa”. “La intención de nuestra Hermandad es seguir completando este itinerario con la decoración pictórica de las escaleras que suben al camarín”, apostilla.
La calidad de la decoración es lo primero que llamará poderosamente la atención del visitante gracias a la utilización de la técnica del temple al huevo, consistente en mezclar pigmentos de tierra naturales diluidos en huevo, que cobró gran esplendor en el Renacimiento italiano y quedó en desuso por la aparición del óleo. El temple se caracteriza por su enorme complejidad a la hora de pintar ya que seca casi al instante, lo que exige una mano experta y precisa en la pincelada. Su resultado es único, siendo la más duradera, y aportando una calidad cromática aterciopelada exclusiva de esta técnica.
El artista Manuel Peña Suárez invirtió un año en el estudio del espacio y en el desarrollo del programa iconográfico antes de abordar su ejecución, que ha durado dos años incluyendo paredes y bóveda.
El estilo empleado es Ranacimiento temprano. La Virtud Teologal de la Esperanza y la Cardinal de la Justicia son las figuras de mayor envergadura e importancia en el programa iconográfico. Alrededor de ellas se elabora un discurso de catequesis para el espectador donde aparecen querubines, letanías y atributos de la Virgen así como los santos más importantes de la ciudad de Sevilla. Sobre la puerta que comunica con el camarín se lee “Haced lo que Él os diga”, versículo del evangelio de san Juan que narra cómo la Virgen María manda a los sirvientes a que sigan las instrucciones de Jesús en las bodas de Caná.
Todo cubierto por una bóveda de lapizlázuli con estrellas de oro, que le otorgan un carácter áureo y divino a la estancia, preparándonos para la gloria del encuentro con Nuestra Esperanza.
Tras la presentación a los medios, los hermanos y devotos podrán visitar la antesala del camarín el viernes 20 de diciembre, de 17:00 a 19:55 h; y sábado 21 y domingo 22, de 9:30 a 13:55 h y de 18:00 a 19:55 h, interrumpiéndose para la celebración de las misas.