La industria ha sido la protagonista en Andalucía este 2024 gracias sobre todo al impulso del hidrógeno verde, con epicentro en Huelva y Cádiz, el avance de las energías renovables lideradas por la fotovoltaica, y el resurgir de la actividad minera, todo ello favorecido por las políticas europeas de transición energética para lograr una economía más sostenible y eficiente.
Con esta estrategia la comunidad avanza hacia la reindustrialización de la mano de esos sectores, aunque los motores del crecimiento de la economía andaluza en 2024 -año en el que puede crecer en torno al 3 %, según las previsiones de distintos organismos- siguen siendo principalmente el turismo, sobre todo en un año en el que ha vuelto a batir máximos históricos con una previsión de 35 millones de visitantes.
Otro pilar económico ha sido el comercio exterior, que da pasos importantes en la apertura de nuevos mercados con el protagonismo de la industria agroalimentaria, que alcanza máximos históricos en venta de aceite de oliva, y en la diversificación de productos, así como en la atracción de inversión extranjera hacia la comunidad.
El empleo se ha beneficiado del dinamismo de la economía andaluza al alcanzar un máximo histórico de ocupados de más de 3,5 millones cotizantes a la Seguridad Social y con un nivel de paro en torno a 670.000 personas, que retrotrae al de antes de la crisis inmobiliaria de 2008.
Hidrógeno verde, un proyecto de interés común europeo
El protagonismo del año ha sido para el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, un proyecto de Cepsa (ahora Movee) para invertir 5.000 millones en dos plantas en San Roque (Cádiz) y Palos de la Frontera (Huelva), con el que prevé liderar la producción de ese tipo de combustible en Europa, y que ha empezado en 2024 a dar pasos en su desarrollo.
La planta de Huelva se ubicará junto al Parque Energético La Rábida y se pondrá en marcha en 2026, alcanzando el máximo de su capacidad en 2028; la instalación de Cádiz estará en el Parque Energético San Roque y estará operativa en 2027. Se prevé la generación de 10.000 empleos, unos 1.000 directos.
A esto se suma que la multinacional china Hygreen Energy acometerá varios proyectos en Andalucía relacionados con el hidrógeno verde, entre ellos una inversión de 2.000 millones en la provincia de Huelva para una planta propia para producir esta energía verde y una fábrica en Málaga de tecnologías vinculadas a este sector, en la que creará unos 1.000 empleos.
Este potencial energético andaluz por sus ventajas competitivas en ubicación, materias primas y recursos naturales está liderado por las renovables, que avanzan imparables hasta el punto de que el 61 % de la potencia instalada para la generación eléctrica procede de energías limpias, y por el empuje del autoabastecimiento energético de los particulares y de la industria.
El auge de la minería
También ha adquirido un papel clave en la reindustrialización la minería gracias a las políticas europeas del pacto verde para lograr la neutralidad climática en el año 2050 y Andalucía se posiciona como una región rica en minerales -concentrados en la Faja Pirítica en Sevilla y Huelva-.
Uno de los principales proyectos de explotación es el liderado por Minera Los Frailes, titular de los derechos mineros de Aznalcóllar (Sevilla), que está previsto que comience en 2025 la construcción de la nueva estación de tratamiento de agua capaz de procesar 2,7 millones de toneladas de minerales anualmente.
Huelva es la provincia minera por excelencia en la comunidad, donde concentra más del 80 % de la producción nacional de minerales metálicos, y operan Atalaya Mining, propietaria de la Mina de Riotinto, que comenzó su explotación en 2015, y que cuenta con la autorización de explotación de la mina Matsa Valverde en las localidades onubenses de Beas y Valverde del Camino; y Sundfire Matsa que mantiene en explotación minas Aguas Teñidas, Magdalela y Sotiel.
El turismo, imbatible
El turismo se mantiene como la locomotora económica, con sus efectos de arrastre en el comercio, el transporte y la hostelería, y se muestra imbatible en este 2024, que prevé cerrar como el mejor año de la historia con unas previsiones de 35 millones de visitantes, pero sobre todo con más gasto.
También la construcción mantiene su fortaleza impulsada por la promoción inmobiliaria, con la compra venta de vivienda en máximos históricos y también los precios, que han desatado protestas en varias ciudades andaluzas por el problema del acceso a la vivienda y algunos sectores vinculan con la proliferación de los pisos turísticos.
La agricultura, otro sostén de la economía andaluza, ha recuperado brío gracias a las lluvias de este año que han aliviado la sequía y han permitido moderar el precio de los alimentos y sobre todo del aceite de oliva.
La tecnología, epicentro en Málaga
Andalucía sigue dando pasos en desarrollo tecnológico, con el epicentro en Málaga, y este año el protagonismo ha sido para la ubicación en el Parque Tecnológico de Málaga de la segunda sede del IMEC, el instituto de I+D de referencia en microelectrónica que actualmente cuenta con un centro en Lovaina (Bélgica), fruto del acuerdo alcanzado por el Gobierno, la Junta y el Ayuntamiento de la ciudad.
Este centro ya tiene asignados los 100 primeros millones para su construcción y se dedicará a desarrollar nuevos procesos de prototipado de chips de 300 mm y descubrir nuevos chips y aplicaciones en campos como la salud, la biología, la fotónica, la realidad aumentada y virtual o la ingeniería de precisión.
