Durante años, Maruja Vilches ha trabajado sin descanso para mejorar la vida de las familias de las Tres Mil Viviendas, un barrio que, según sus propias palabras, “entró en mi vida de una manera muy poderosa”. Primero lo hizo a través del Proyecto Fraternitas, al que dedicó más de una década, y tras su salida, decidió continuar su labor con la Asociación Maruja Vilches, reafirmando su compromiso con la zona.
“Las instituciones tienen que irse formando y llevándose según un criterio, construyendo su historia. De hecho, pienso que han tardado muchos años en echarme del Proyecto Fraternitas porque he sido un martillo pilón, he estado muchos años siendo constante”, ha explicado Vilches, destacando la persistencia con la que trabajó en el proyecto.
El paso del tiempo y la evolución de Fraternitas hicieron que, después de 12 años, diera un giro en su labor, aunque sin alejarse del barrio. “El corazón se rompe cuando uno abandona, pero yo no pensaba abandonar al barrio. La estructura de Fraternitas necesitaba otros criterios y otros modos de hacerlo, pero yo no abandoné mi objetivo. Nadie me hizo abandonarlo y por eso creé la asociación que tenemos, era algo que yo tenía pensado”, ha señalado
A pesar del cambio de rumbo, Vilches se muestra agradecida por su etapa en Fraternitas y por el apoyo recibido en todos estos años. “Estoy agradecidísima a todos los Consejos que han pasado, todos han sido presidentes extraordinarios y mi salida del Proyecto Fraternitas fue natural”, ha afirmado.
Vuelve a ver la entrevista al completo en el último programa de La Pasión.
