La Virgen de la Esperanza de Triana volvió este Domingo de Laetare a la Capilla de los Marineros tras la celebración de su Función Principal de Instituto, presidida por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses. Como es tradición, el traslado congregó a miles de personas en un ambiente festivo y devoto, coincidiendo con el cuarto domingo de Cuaresma
A lo largo del recorrido, no faltaron las petaladas, plegarias y marchas interpretadas por la banda de Las Cigarreras, que acompañó a la Virgen durante todo el itinerario. Los vecinos como suele ser habitual, recibieron a la Virgen con petalás y vivas, con el fervor y la alegría que suele desatar la Virgen de la Esperanza cada vez que pisa las calles de Triana, que en este año presentaban muchas más personas de lo habitual.
Uno de los aspectos más destacados del traslado fue la agilidad con la que se desarrolló. A diferencia de otros años, la Virgen avanzó a un ritmo más rápido, completando el recorrido en menos tiempo de lo habitual, lo que no restó intensidad.