La imagen de Nuestra Señora de los Dolores de Arahal ha sido coronada canónicamente este sábado en un acto multitudinario que ha congregado a más de 4.000 personas en la Plaza de la Corredera. La ceremonia, considerada ya un hito en la historia devocional del municipio, cumple el sueño de la Hermandad de Jesús Nazareno tras más de 80 años de veneración pública a la talla realizada por José Ribera García en 1944.
Desde las 17:30, la imagen partió en procesión desde la Parroquia de Santa María Magdalena hacia la plaza, en un recorrido marcado por el recogimiento y la emoción. El hermano mayor, Jesús Salvador, realizó la primera ‘levantá’ en recuerdo de los hermanos difuntos. A las 21:30, el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, ofició la misa estacional y colocó la corona, subrayando que la coronación “no es solo un gesto externo, sino una expresión de veneración auténtica”.
El acto ha sido posible gracias a la colaboración entre la Hermandad y el Ayuntamiento, que acondicionó la plaza con 1.500 sillas y decoró las calles del recorrido procesional, iluminando edificios públicos con luz morada y prestando apoyo logístico.
A la ceremonia acudieron representantes eclesiásticos de la diócesis y del municipio, junto a figuras queridas como Lola Martín, hermana número uno de la corporación, que a sus 92 años y tras recibir el alta médica, no quiso perderse este momento histórico.
La procesión posterior recorrió cerca de 40 calles del pueblo hasta la mañana del domingo. La Virgen, vestida con piezas donadas por hermanos y un manto cedido por la Hermandad del Baratillo, lucía un exorno floral compuesto por más de 2.800 tallos de diversas especies. Su vestidor, Paco Rodríguez, supervisó todos los detalles.
La música tuvo un papel destacado, con la participación de todas las bandas locales y la Banda de Música de Arahal, habitual en las estaciones de penitencia.
La coronación canónica es un rito litúrgico con raíces en el siglo XVI, que reconoce de forma solemne la devoción hacia una imagen mariana. La de la Virgen de los Dolores es la primera en realizarse bajo el pontificado de León XIV, marcando un antes y un después para la historia religiosa de Arahal.
