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Andalucía

La Guardia Civil detiene al presunto autor del crimen de Tolox

Ocurrido en marzo de 2011, en el que un hombre de 63 años perdió la vida tras recibir numerosos golpes en la cabeza

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La Guardia Civil ha detenido al presunto autor del crimen del municipio malagueño de Tolox, ocurrido en marzo de 2011, en el que un hombre de 63 años perdió la vida tras recibir numerosos golpes en la cabeza.

Los agentes ya habían arrestado a un vecino del pueblo, conocido como 'El Alicates', que llevó a los asaltantes hasta la vivienda; y a la mujer que se ganó la confianza del fallecido, quienes relataron lo sucedido el día de los hechos en la vivienda de la víctima, permitiendo saber quién fue el presunto autor material.

Así, en las últimas horas han sido detenidos el posible autor material y el cómplice que esperaba fuera al grupo para sacarlo del escenario del homicidio, según publica este sábado el periódico La Opinión de Málaga.

El supuesto ejecutor del crimen cumplía ahora prisión en Portugal y tiene numerosos antecedentes penales. Así, se pidió una orden europea de detención, lo que motivó que pudiera declarar ayer en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Coín (Málaga). Ha vuelto a la cárcel lusa a la espera de concluir su pena allí, después será extraditado a España para rendir cuentas por el supuesto delito de homicidio.

El cuarto componente del grupo presuntamente homicida es un hombre que cumplía una pena de prisión en la cárcel de Albolote (Granada). Declaró este pasado viernes ante la juez y permanecerá en prisión.
HECHOS

Según lo planificado, 'El Alicates' llevaría a los demás hasta la casa, mientras que la mujer intentaría seducirlo para que le dejara entrar con un acompañante y, por su parte, el cuarto componente debía esperar en la calle subido en un coche. Una vez en el interior del domicilio, comenzaron a exigirle a la víctima que les dijera dónde guardaba el dinero, pero el dueño no cedió, por lo que le golpearon.

El asaltado no podía gritar porque había sido sometido a una traqueotomía. La mujer reconoció que al presunto ejecutor se le fue la situación de las manos y le dio repetidos golpes a la cabeza del hombre con una piqueta. Sólo lograron reunir siete euros y, tras tirar el arma homicida a la chimenea, huyeron.

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