Loaiza le recuerda a la Junta que aparecían recogidas en el convenio que se firmó y en el plan de obra.
Agotar hasta la última vía de negociación posible antes de acudir a los tribunales. Esa es la premisa que se ha marcado el alcalde isleño, José Loaiza, con respecto a la Junta de Andalucía tras conocerse hace un par de semanas que, por el momento, las obras en las calles transversales con motivo del paso del tranvía por la calle Real no se van a ejecutar. Si no hay acuerdo, la opción de presentar una demanda ante los juzgados está contemplada por el Gobierno local.
Llegados a este punto, el primer edil isleño recuerda a la Consejería de Obras Públicas que dichas obras complementarias en las calles transversales aparecían recogidas en el convenio que se firmó en su día entre administraciones para ejecutar el proyecto. Es más, incluso en el plan de obra de Sacyr Prinur (la empresa adjudicataria) se preveía la ejecución de las transversales.
Más complicado está que se consiga que finalmente se hagan los accesos a la ciudad, fundamentalmente el de la trasera de Janer para conectar con la CA-33, y los aparcamientos subterráneos, puesto que ninguna de estas actuaciones aparecen incluidas en el convenio. Su ejecución dependerá de la voluntad de la Administración autonómica.
Pasará por Real Pase lo pase, lo que no va a poder impedir el Gobierno municipal aunque no se hagan las transversales es que el tranvía circule en el futuro por la calle Real, puesto que las competencias para recepcionar las obras es de la propia Junta de Andalucía, quien posteriormente tendrá que ceder la gestión de la misma a la Empresa Pública de Ferrocarriles para el paso del tren-tranvía.
En este caso, lo único que le quedaría al Ayuntamiento isleño es el derecho a la pataleta y a no dar el visto bueno a unas obras que no estarían ejecutadas conforme a lo que se plasmó en su día en un convenio. En el mismo se recogía el citado arreglo de las calles transversales hasta la primera bocacalle.
Es por ello que Loaiza apela a la “colaboración interadministrativa y a la lealtad institucional”. En definitiva, que lo que vaya a suceder con el tranvía y su paso por la calle Real va a depender muy mucho del color político que tenga el próximo gobierno de la Junta a partir del 25 de marzo. Si el que gobierna es el PP, todo apunta a que la solución será más fácil, pero si se mantiene el PSOE al frente se presume que la situación se puede alargar, y mucho, en el tiempo.