El sector del cerco del Golfo de Cádiz, afectado desde ayer por el cierre de la pesquería del boquerón, cree que el "fin último" de la Unión Europea y del Gobierno es "esquilmar" la pesca tradicional que se desarrolla en este caladero.
Así lo ha indicado Francisco Martínez Faneca, presidente de la Asociación de Armadores de Isla Cristina y representante de la Plataforma Andaluza de Organizaciones Pesqueras, que engloba a más del 90 por ciento de las cofradías de pescadores y asociaciones de armadores del Golfo de Cádiz.
Faneca ha indicado que el cierre del boquerón se suma al que ya existía sobre la cigala y el rape para los arrastreros y si a ello se une la escasez de la sardina, supone que el sector artesanal del Golfo de Cádiz está en una "situación caótica".
Ha señalado que el cierre del caladero a la pesca del boquerón, un hecho que se produce por primera vez desde la regulación de la pesquería, ha caído "como un jarro de agua fría" y ha precisado que la medida es "contraproducente".
Según ha dicho, en el caladero hay abundancia de boquerones, lo que le lleva a preguntarse el porqué de las cuotas establecidas por la UE: "La cuota se pone cuando el pescado se está perdiendo pero resulta que tenemos boquerón y no lo podemos coger con el perjuicio que ello supone para cientos de familias".