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Tiempo de descaste

El fiscal ha remitido un escrito al juez Baltasar Garzón en el que establece la nómina de presuntos implicados aforados en la trama que instruye y solicita al magistrado que se inhiba de la causa a favor de los Tribunales Superiores de Justicia de Madrid y Valencia...

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El fiscal ha remitido un escrito al juez Baltasar Garzón en el que establece la nómina de presuntos implicados aforados en la trama que instruye y solicita al magistrado que se inhiba de la causa a favor de los Tribunales Superiores de Justicia de Madrid y Valencia. El primer auto de Garzón ya establecía que entre los delitos que se investigaban a los detenidos estaba el de cohecho, lo que implica la existencia de funcionarios o cargos públicos entre los presuntamente sobornados. La presencia de aforados entre los imputados parece quedar clara con este paso dado por la Fiscalía.

En los próximos días sabremos cómo se trocea el sumario y los nombres y cargos de las personas definitivamente imputadas, y después veremos si los nuevos instructores deciden levantar el secreto de sumario. Por seguir la metáfora cinegética, llegará el tiempo de descaste, el de la eliminación de aquellos elementos dañinos que enturbian el seguimiento del proceso y han devuelto a la vida política un grado de crispación desconocida desde el final de la pasada legislatura.

Con la lista de implicados desaparecerán las conjeturas sobre el grado de implicación –siempre presunta– de los señalados por la justicia. Si el sumario se abre acabarán las filtraciones, denunciadas por el PP como realidad o como pretexto falaz, y los acusados tendrán todas garantías para ejercer su defensa. Y lo que es más importante, con la inhibición de Garzón se despejará uno de los argumentos que ha utilizado el PP para presentarse ante la sociedad como víctima de extrañas intenciones del juez y de conspiraciones político-jurídico-mediáticas. Esperemos que ese sea también el momento para que el líder del PP se muestre firme a la hora de apartar de sus filas y de las instituciones a los personajes implicados, porque despejar del panorama a quienes han tenido actitudes deshonrosas es la mejor manera de defender la honra del partido.

Por el contrario, prolongar el discurso con el que el PP ha defendido su inocencia a costa de extender una sombra de sospecha sobre el universo –ya sea periodístico, judicial, policial o político– no es la mejor manera de demostrar transparencia y firmeza con los corruptos. Porque desaparecidos Garzón y las filtraciones y las cacerías, el sumario, los tribunales, la prensa, las instituciones y los imputados, igual que el dinosaurio de Monterroso, seguirán ahí.

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