Las multinacionales General Electric y Boeing han confirmado este viernes que han recibido el permiso de la Administración estadounidense para reanudar sus relaciones comerciales con Irán por primera vez desde 1979 en virtud de la relajación temporal de las sanciones sobre la república islámica acordado tras el pacto sobre el programa nuclear iraní.
El portavoz de la multinacional, Rick Kennedy, ha afirmado que el Departamento del Tesoro ha aprobado que General Electric haga efectiva la solicitud de servicio para revisar 18 motores que le vendió a Irán a finales de la década de 1970.
Kennedy ha señalado que miembros de General Electric se reunirán la próxima semana con representantes de la aerolínea estatal iraní Iranair y la empresa alemana MTU Aero Engines, que ostenta la licencia para realizar el trabajo, en Estambul, la capital de Turquía, para abordar las necesidades logísticas de Irán. Las revisiones se realizarán en las instalaciones de una de las dos compañías.
General Electric, además de Boeing, solicitó el pasado mes de febrero al Gobierno estadounidense que le permitiera exportar productos para aeronaves a Irán durante los seis meses de relajación de las sanciones que ha auspiciado el acuerdo alcanzado por el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido más Alemania) e Irán en noviembre.
LA SEGUNDA LICENCIA ES PARA BOEING
De hecho, Boeing también ha anunciado este viernes que tiene licencia para vender a Irán determinadas piezas de repuesto a Irán para la seguridad de aviones comerciales, de acuerdo con el comunicado emitido por un portavoz de la compañía
De esta forma, ponen fin así a la congelación de las relaciones comerciales, en vigor desde 1979, año en el que estalló la revolución islamista en Irán que depuso al shá y cortó las relaciones diplomáticas con Estados Unidos a raíz del secuestro de su Embajada en Teherán, en el que 52 estadounidenses permanecieron retenidos durante 444 días.
Iranair todavía opera con aviones de pasajeros que adquirió antes de dicha fecha, algo que las autoridades iraníes achacan a las sanciones internacionales impuestos sobre el régimen y que, en última instancia, habría impedido la renovación de su flota y causado el recorte en personal.
En los últimos 25 años se han registrado más de 200 accidentes aéreos en los que se han visto implicados aparatos iraníes, causando más de 2.000 muertos, según los cálculos de la cadena BBC.