Un estudio de la Universidad Libre de Berlín estima que la reunificación alemana ha costado hasta el momento alrededor de 2 billones de euros, entre el 60 y el 65 % de ellos destinados a prestaciones sociales y, especialmente, a las pensiones.
El informe, realizado por el investigador Klaus Schröder y publicado en el periódico "Welt am Sonntag", incluye todas las transferencias financieras hacia el este de Alemania, los diversos programas de incentivos económicos, los proyectos y traspasos para equilibrar el nivel de vida de todos los estados federados y las subvenciones europeas.
Según cifras del instituto económico ifo, las transferencias financieras directas recibidas por los estados de la extinta República Democrática de Alemania (RDA) suman 560.000 millones de euros desde 1991, tras aprobarse en 1990 el Tratado de Unificación.
Entre 1991 y 2013 los cinco nuevos estados federados y Berlín han recibido anualmente entre 8.000 y 14.500 millones de euros destinados exclusivamente a medidas de impulso del crecimiento económico.
No obstante, como apunta el investigador del ifo Joachim Ragnitz al diario, 25 años después de la caída del muro el este del país sigue estando por detrás del oeste y no es previsible que la brecha se cierre en breve.
El último informe del Gobierno federal sobre la marcha de la unificación muestra la disparidad que registran todavía los principales indicadores económicos entre el oeste y el territorio que formó parte de la RDA, a pesar del progresivo acercamiento.
Uno de los principales ejemplos es la tasa de paro, que supera el 10 % en el este, cuando en el oeste se sitúa por debajo del 6 %.
Ese estudio detectó no obstante un dato novedoso y esperanzador: la migración interna en Alemania, del este al oeste, se detuvo en 2012 por primera vez.
En ese año, el número de personas que se mudaron de los estados que antes conformaban la RDA al oeste fue similar a los que cambiaron de domicilio en sentido contrario, acabando con la fuga de jóvenes de años anteriores que buscaban mejores oportunidades económicas.
Entre 1990 y 2012 la población en los estados que conformaron la Alemania comunista se redujo en un 13,5 %.