Cuatro renuncias en 17 meses

La última renuncia de la que ha tenido constancia el Pleno del Ayuntamiento de Baena para transmitirla a la Junta Electoral de Zona, ha sido la de Manuel Castro, concejal de Izquierda Unida. Representante del barrio de San Pedro, y como él suele decir “el que más tiempo lleva viviendo allí, cincuenta años”, ha achacado a motivos personales (la necesidad de estar más con la familia), entre otros, su renuncia al cargo de edil el pasado 23 de octubre. Pero también, comentó a este periódico que tenía la sensación de “no tener tiempo de trasladar al alcalde las peticiones que me hacen los vecinos desde el barrio”. Dentro del grupo municipal, incluso se explicaba que Castro tenía que elegir entre un subsidio agrario y su posición como concejal.
  
Apenas un mes ha distanciado el adiós del edil de San Pedro del de su compañero de partido, Manuel Pérez, portavoz municipal que fue de la coalición y cabeza de lista en las pasadas elecciones locales. En la presente legislatura, sin portavocía, en bastantes ocasiones se incorporaba ya avanzada las sesiones plenarias. Así que ha decidido formalizar su renuncia. “Pensaba que los cursos se los iban a poner por la mañana, pero se los han puesto de tarde”, comentaron en  Izquierda Unida para justificar su, parece, adiós a la política.
  
Tras estas dos renuncias producidas en el espacio de prácticamente un mes (más esperada la de Pérez que la de Castro), la legislación electoral determina cómo debe procederse para suplir sendas vacantes, contando con los siguientes en la candidatura presentada y que quieran decir sí al cargo. En el séptimo puesto, se encontraba José Antonio Castilla, quien participó de forma activa en la campaña electoral. Pero no va a aceptar ser concejal. El octavo lugar de la lista lo ocupaba Mari Ángeles García, aunque de momento no está decidido que quiera tomar posesión como concejala. Al menos no antes de solucionar una cuestión de incompatibilidad con su trabajo habitual. En el grupo municipal de Izquierda Unida sí dan por prácticamente hecho que el joven David Bazuelo (puesto 9 en la lista de IU) sí va a ocupar el escaño que le corresponde en el Pleno del Ayuntamiento baenense. De no aceptar Mari Ángeles García, el siguiente en la lista es Rafael Aguilar, que ya fue concejal de la coalición en la legislatura 2003-2007.

Repentinas

A esos dos ediles de la bancada de la oposición, hay que sumar las dos bajas socialistas, de dos concejalas (números 3 y 4 en la candidatura de Luis Moreno) que ni siquiera tomaron posesión de sus cargos electos en el Pleno constitutivo del mes de junio del año 2007.
Silvia Cañero fue la elegida por la Junta de Andalucía para ocupar el despacho de la Delegación Provincial de Igualdad y Bienestar Social. Su puesto “corrió” al siguiente de la lista, otra mujer. Alicia Malagón asumió además del cargo, las competencias de Cultura y Educación, a las que renunció hace un año, y que pasaron a repartirse entre otros concejales con cartera. Tan repentina, aunque sin ninguna razón política esgrimida y sí profesional, fue la renuncia a ser concejala de la deportista de elite, Fátima Gálvez. Acostumbrada desde hace muchos años a viajar regularmente para tomar parte en competiciones individuales y en concentraciones con la Selección nacional de Tiro, Fátima argumentó ese no jurar o prometer el cargo  señalando que por su dedicación profesional no podría estar en Baena en los Plenos ni para ejercitar su tarea de concejala.  Su puesto fue para  José del Valle, en quien recae la circunstancia de ser el único edil socialista sin competencias de gobierno.

Hasta el momento presente, cuatro son las renuncias de concejales que han tenido lugar en la nómina de ediles del Consistorio de Baena. La única formación política que no ha tenido bajas es el Partido Popular. El más madrugador en formalizar renuncias de concejales fue el Partido Socialista, con dos mujeres que iban en los primeros lugares de la lista ganadora en los comicios locales de mayo de 2007.
Silvia Cañero  (1) , la primera mujer de la candidatura y tercera en el ordinal del PSOE, no recogió su acta de concejala electa. El motivo fue su designación como delegada provincial de Igualdad,cargo que renovó hace casi ocho meses con el nuevo Gobierno de la Junta. En muy parecida situación, aunque por motivos diferentes, se encontró Fátima Gálvez  (2) , número cuatro  en la lista ganadora. La deportista tampoco llegó a tomar posesión de su cargo en aquel Pleno constitutivo del 16 de junio de 2007. Dijo que sus deberes y compromisos como deportista de elite le impedían estar en los Plenos. El último en abandonar la política activa como concejal ha sido el edil de Izquierda Unida, Manuel Castro  (3), quinto en la lista de la coalición. La más llamativa renuncia en las filas del primer grupo de oposición fue la de su cabeza de cartel, aspirante a la Alcaldía y durante años portavoz municipal, Manuel Pérez  (4). En su grupo explicaron que motivos laborales le impedían desarrollar la tarea y en muchos Plenos se incorporaba avanzadas las sesiones. El alcalde, le dedicó elogios en la despedida que se produjo en  el plenario de septiembre.