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Manuel Chaves huye de Andalucía

Tenía intención de dedicar dulce y poéticamente esta tribuna a la Semana Santa algecireña, así como describir el desfile procesional de nuestras autoridades locales por las calles algecireñas...

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Tenía intención de dedicar dulce y poéticamente esta tribuna a la Semana Santa algecireña, así como describir el desfile procesional de nuestras autoridades locales por las calles algecireñas, especialmente de mi alcalde socialista Tomás Herrera Tomasito (Tomi pa los amigos), en su Semana de Pasión junto a su curia eclesial a Dios rogando y con el mazo dando, con el escapulario en el cuello y el bastón de mando en la diestra, guiando fielmente a los rebaños por los caminos marcados por la providencia divina de sus dogmas políticos.

    Pero, las circunstancias mandan y este jueves debo ignorar tanto a Tomasito como a sus acólitos los de Izquierda Unida de Inmaculada Nieto (Inmaculada Decepción), ya que el presidente de la Junta de Andalucía don Manuel Chaves desde el inicio de esta Semana de Pasión, cirios, incienso y promesas acapara las portadas de los medios de comunicación, debido a que se barajaba y ayer se confirmó ser nombrado vicepresidente del Gobierno socialista español de Rodríguez Zapatero.

    La noticia ha sido un verdadero bombazo por lo inesperado, aunque los hay quienes vaticinaban el cocidito madrileño que se estaba cocinando don Manué preparándose su futuro político, debido a que tras dos décadas mal gobernándonos directamente, ha dejado a Andalucía totalmente arrasada en todos los aspectos.
Y en años no crecerá ni el barbecho al estar los ayuntamientos sin un clavel.

Esa huida de don Manuel Chaves me la veía venir, porque las mentiras políticas tienen las patas muy cortas, habiendo engañado sistemáticamente al pueblo andaluz.

Y a la menor oportunidad se va por la puerta de atrás huyendo de la quema, dejando a Andalucía arruinada en todos los sentidos.

Sois conocedores que a Manuel Chaves y a otros políticos de altos rangos y bajos vuelos como él, les tengo el mismo respeto que ellos le han tenido y tienen a Andalucía. Y, la última vez que le dije públicamente a Chaves con mi nombre y apellidos, que era el máximo responsable de nuestro abismal retraso con respecto al resto de las comunidades autónomas españolas y de Europa, fue el pasado jueves 26 de marzo en mí tribuna titulada: La falsa Reconquista de Andalucía en la que sangrándome la roja tinta de mi estilográfica dejé escrito sin temblarme el pulso y sin temor a ciertas represalias fascistas que:

“Chaves no era el presidente de la Junta de Andalucía más adecuado, para los intereses generales de todos los andaluces, especialmente para el pueblo llano, trabajador y contributivo, porque desde hace casi tres décadas ha vendido y seguirá vendiendo políticamente al pueblo andaluz a Madrid”.

Las palabras se las lleva el viento pero lo escrito, escrito está. Y en las hemerotecas encontrarán cuantos artículos le dediqué a Chaves en estos años.

Y no precisamente para felicitarlo sino todo lo contrario porque este decadente, veleta y retrógrada político le ha hecho muchísimo daño a Andalucía y al pueblo andaluz, debido a su sumisión al capitalismo y al PSOE de los reinos borbónicos.

Pero tiempo habrá de repasar y aclarar lo que pudo ser de Andalucía y no es por culpa de la errónea política de don Manué en estos años.

Por consiguiente, con Manuel Chaves como coordinador del Gobierno español en las relaciones con las comunidades autónomas y ayuntamientos españoles, no esperen milagros porque lo tenemos más que difícil para salir de la ambigüedad a la que nos tienen sometidos los políticos andaluces de media rosca.

Porque siendo Andalucía una de las pocas comunidades históricas existentes, jamás se reivindicó lo que legalmente nos corresponde, debido a la cobardía política de Manuel Chaves y de sus adláteres en la Junta de Andalucía y también en el Parlamento andaluz.

Y, el volver a ser lo que fuimos depende exclusivamente, que el pueblo andaluz despierte de la anestesia que nos tienen impuesta estos predicadores y charlatanes políticos, porque de lo contrario la hambruna y las desigualdades en la descomunal crisis económica, política y social existente, nos arrastrará a la más ruin de las miserias.

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