Girona 1
Murcia 0
—Girona—
Ponzo, Jose, Cañas, Rangel, Migue, Matamala, Serra, Gabri (Xumetra, m.62), Felipe Sanchón (Manga, m.80), Paco Esteban (Amantegui, m.75), Arnal.
—Murcia—
Elia, Lillo, Ochoa, Mejía, Peña, Buno, Kabous (De Lucas, m.54), Nuñez, Aquino (Despotovic, m.54), Guerreiro, Sikora (Gallardo, m.71).
Árbitro:
Francisco Javier Ontanaya López-Astilleros (Colegio Manchego). Mostró tarjeta a los locales Serra y Gabri y a los visitantes Ochoa, Nuñez, Lillo y Mejía. Expulsó a Jose tras ver dos cartulinas amarillas (m. 63 y m. 72).
Gol:
1-0 Felipe, de penalti (m.41)
Incidencias:
Partido correspondiente a la jornada 32 de Segunda División, disputado en el estadio de Montilivi ante 2.500 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
Un solitario gol de Felipe, al transformar una pena máxima en el minuto 41 de la primera parte, sirvió para que el Girona ganara su particular final por la permanencia ante un Murcia que apenas inquietó la portería de Rafael Ponzo.
En una primera parte de muy poco fútbol, fueron los locales quienes dispusieron de tres ocasiones para marcar, aunque sólo lo consiguió de penalti, después de que el colegiado señalara un empujón en el área sobre Arnal cuando éste se disponía a rematar un centro desde la banda derecha.
Con el 1-0 en el marcador, el partido llegó al descanso y, en la segunda parte, el Murcia hizo un par de cambios dando entrada a Despotovic y a Quique de Lucas, cambios que mejoraron un poco el juego de los visitantes, aunque no lo bastante para forzar acciones de peligro.
El Girona, que jugó los últimos veinte minutos con diez futbolistas por la expulsión de Jose Martínez, recibió un regalo del central Ochoa que pudo suponer el 2-0, aunque Elía estuvo sublime al lanzarse a los pies de Xumetra cuando éste podía haberse quedado solo ante la portería rival.
Aparte de su triunfo, el primero en la segunda vuelta, el Girona se ve beneficiado por el empate del Alavés en el campo del colista Sevilla Atlético, lo que permite que los de Raúl Agné aumenten a diez puntos la diferencia con los puestos de descenso y se coloquen a sólo ocho de los cincuenta establecidos por el propio entrenador para la salvación.
