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El Dúo de Salzburgo cautivó al público de Amuñécar

El prolongado aplauso final con que un entregado auditorio de la Casa de la Cultura despidió al Dúo de Salzburgo, no dejó lugar a dudas del éxito cosechado por estos dos artistas nacidos en Bucarest, pero que fijaron su residencia en esta ciudad austríaca que vio nacer a Mozart.

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  • Dúo de Salzburgo -
El prolongado aplauso final con que un entregado auditorio de la Casa de la Cultura despidió al Dúo de Salzburgo, no dejó lugar a dudas del éxito cosechado por estos dos artistas nacidos en Bucarest, pero que fijaron su residencia en esta ciudad austríaca que vio nacer a Mozart. Varios minutos de aplausos consiguieron no sólo los saludos y agradecimientos del dúo, compuesto por la violonchelista Yvonne Timoianu y el pianista Alexander Preda, sino que brindaron como despedida un bis con claro sabor andaluz, ante un público totalmente rendido a la calidad de ambos intérpretes.

Ya nos había advertido Marion Möller, la presidenta de Juventudes Musicales, de la calidad de ambos artistas. A pesar de ello, el concierto del Dúo de Salzburgo del pasado lunes, 13 de abril, dedicado a Joseph Haydn con ocasión del bicentenario de su muerte, ha sido uno de los más aplaudidos en la presente temporada.

El concierto homenaje a J. Haydn y sus sucesores, impregnó de música la Casa de la Cultura, donde unas 200 personas disfrutamos, de la mano de este dúo artístico mundialmente reconocido, por las obras de Joseph Haydn a las de Franz Schubert, para terminar, ya en la segunda parte del programa, con el alemán afincado en Viena Johannes Brahms.

Embriagadora fue la música del violonchelo, “el instrumento más cercano a la voz humana”, como lo definió en el escenario el pianista A. Preda, quien nos contagió a todos de su sonoridad y depurada técnica, acompañada de la mano virtuosa y maestra de Y. Timoianu.

El concierto, de algo más de una hora y media de duración, se inició con obras de Haydn, en concreto un divertimento en Re Mayor, a modo de homenaje de este compositor austríaco, cuando dentro de unos días se cumplirán 200 años de su fallecimiento, ocurrido el 31 de mayo de 1809.

Los asistentes pudimos deleitarnos con la técnica y el dominio de dos instrumentos perfectamente conjuntados y sincronizados, como pocas veces hemos podido admirar en Almuñécar, en la interpretación de 12 canciones para violonchelo y piano de Franz Schubert, procedentes de la Suite ‘Viaje de invierno’ o Winterreise. La segunda parte del concierto estuvo dedicado exclusivamente a Johannes Brahms y fue absolutamente brillante. Recrearon fragmentos de la Sonate número 2 en Fa Mayor, concluyendo con un sublime Allegro Molto, difícilmente superable en cualquier escenario.

El virtuosismo en la interpretación, sus 25 años de trabajo conjunto y más de mil conciertos por todo el mundo, no fueron óbice para que dejaran sobre el escenario una amplia muestra de su maestría. No en vano son mundialmente reconocidos como un conjunto altamente representativo de la mejor tradición musical de la ciudad natal de Mozart.

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