Publicidad Ai
Publicidad Ai

El peligro de las hemerotecas

Pocos políticos son capaces de aguantar con solvencia la comparación de sus discursos de ahora con los hace unos años. Anda circulando por internet un vídeo de un conocido político provincial que visto unos años después, resulta totalmente grotesco. En un mitin el susodicho se dedica a hablar de una

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Pocos políticos son capaces de aguantar con solvencia la comparación de sus discursos de ahora con los hace unos años. Anda circulando por internet un vídeo de un conocido político provincial que visto unos años después, resulta totalmente grotesco. En un mitin el susodicho se dedica a hablar de una serie de “realidades” que hoy cuatro años después siguen sin realizarse en la ciudad.

Seguro que al resto de nuestros políticos los podríamos coger en mentiras similares, lo que no quiere decir que se puedan justificar de ninguna de las manera. Las campañas electorales de los últimos años eran una carrera en la que los candidatos luchaban por hacer la promesa más espectacular a sabiendas de que eran proyectos difícilmente realizables.

Me encantaría tener tiempo para bucear en los archivos de Ronda Semanal y Ondaluz para sacar algunas perlas que harían que muchos se tuvieran que sonrojar al escuchar las cosas que decían antes y lo que nos dicen ahora.

En esta campaña, sin embargo, hemos entrado en una dinámica peligrosa en la que para no equivocarse nuestros políticos se están dedicando a hacer discursos estándar de sus partidos que poco o nada aportan al ser un listado de freses hechas y lugares comunes.

Los ciudadanos necesitamos políticos serios que no nos mientan pero que también tengan la capacidad de ilusionar y de emprender proyectos importantes que son los que realmente hacen ciudad. Una cosa es mentir y otra es hablar para no decir nada.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN