Otro partido estéril, indiferente e inofensivo el que realizó en tierras cordobesas el Racing Portuense, volviéndose a repetir la historia en este tramo final liguero. Después del descenso de categoría, la competición le está resultando larga, demasiado larga. Donde los esfuerzos van más encaminados a los movimientos que se pueden producir de aquí hasta el 31 de julio, que a maquillar la clasificación final. 

El equipo de El Puerto acudía a la cita con la clara intención de no desvirtuar la competición y no finalizar último, o eso es lo que se ha venido manifestando esta última semana, aunque viendo el devenir que ha tomado muy complicado lo van a tener para no hacerlo. El factor psicológico sustituyó los entrenamientos durante la semana tras el descenso producido el pasado domingo pero viendo el resultado habrá que replantearse las medidas. 

Una jornada más, los racinguistas dispusieron sobre el terreno de juego lo mejor de sí, es decir, lo que tienen. El encuentro lo ganó el menos malo y el que más se jugaba los puntos en el envite. 

El míster catalán del Racing dio entrada desde el principio a los canteranos portuenses Alberto Fernández por tercera vez esta temporada, y por primera al guardameta Ismael. La oportunidad de la que están gozando los jóvenes jugadores de la cantera está siendo aprovechada en forma de minutos. 

Precisamente el joven portero, a pesar de la abultada derrota, fue con diferencia el mejor de todos volviendo a demostrar que no hace falta buscar fuera lo que se tiene en casa. Únicamente hay que apostar por ello y confiar y sobre todo trabajarlo. Aunque esto no casa con la politíca anterior en fichajes sospechosos. 

Con la baja de Iturralde por tarjetas, los rojiblancos dibujaron sobre el estrecho campo sintético lucentino un rombo en el centro del campo aunque la disposición poco le duró a los racinguistas tras el gol tempranero de los locales, que desdibujó el plan inicial del técnico catalán. 

El conjunto local se mostró impulsivo en los primeros minutos del encuentro, sabedor de lo que se jugaba y prueba de ello fue la actuación de David Cabello, que se marchó en velocidad y en el pico del área realizó el pase de la muerte, en el que Velasco se adelantó en el marcador donde sólo tuvo que fusilar para introducir el balón al fondo de las mallas racinguistas. 

Las cosas se ponían muy favorables para los lucentinos, que se adelantaban en el marcador tras el gol inicial del ex jugador del Melilla. Al fin y al cabo los cordobeses eran los que tenían que realizar el mayor desgaste físico en una mañana que se antojaba muy calurosa. 

Troiteiro lo intentó minutos más tarde desde lejos con toda la intención del mundo aunque su tiro salió alto del portal defendido por Ismael. 

Los celestes continuaban intentándolo con el deseo de finuiquitar el partido por la vía rápida y se aproximaban una y otra vez al área rojiblanca, consiguiendo su objetivo al final de los 90 minutos disputados. 

Mientras tanto, los de Fabregat intentarían frenar las internadas contemporizando el juego en la zona ancha cerrando espacios y no dejando lugar para maniobrar, por lo que dificultó la transición dando como resultado las continuas imprecisiones en el juego en un terreno ya de por si complicado por las escasas dimensiones del mismo. 

A pesar de ello, el cuadro local seguía apretando y no quería marcharse a los vestuarios sin aumentar el marcador, circunstancia que lo intentó en el minuto 20 Sergio Ortíz desde 30 metros golpeando en el póster derecho un lanzamiento que por suerte para los intereses racinguistas, ningún compañero celeste estuvo atento para introducir el balón en la portería, que se paseó por la línea de gol de forma peligrosa. 

Nuevamente Ortíz lo intentó, y tal y como hiciese en el partido de ida en el Cuvillo, anotó el segundo gol tras cabecear un centro medido que salió de la banda izquierda de los pies deTroiteiro. Sin mucha brillantez los cordobeses mandaban en el partido y se marchaban a los vestuarios con el partido encarrilado. 

En frente, los racinguistas las veían venir sin crear peligro a la portería defendida por Revuelta que observaba el choque como otro espectador más. La indolencia a estas alturas de temporada sigue siendo la tónica y continúa costando caro a los portuenses. En los últimos tres partidos los de Fabregat han visto hasta once goles en contra por tan sólo uno anotado. Eso dice mucho o muy poco, según se mire. 

Tras la reanudación del partido, el choque discurría con la misma tónica y se repetía el mismo guión de la primera mitad en la que discurrió por los mismos derroteros. Fabregat introdujo a Pantic y a Rafi sacando del terreno a 

Merino y Alberto Fernández, desplazando a Rubén Anuarbe al lateral derecho. El extremeño Uvi retrasaría su posción colocándose de lateral izquierdo. En la medular Pantic se colocó en la parte izquierda y precisamente fue éste el que hiciera el primer disparo a puerta en todo el partido por parte racinguista. Eso ocurría a la hora del encuentro. Sanlúcar lo intentaría más tarde corriendo la misma suerte que el portuense. 

La única lectura positiva del encuentro fue la confirmación de quién podría formar parte el próximo proyecto del año que viene en la que Ismael volvió a demostrar que tiene un hueco y que junto a Alberto Fernández son los referentes de la cantera rojiblanca, que debieran poner los cimientos. 

La historia del Racing en la Segunda B va llegando a su fin y a buen seguro que sus aficionados estarán contando los minutos que faltan para que finalice esta sangría en la que se ha convertido este final de Liga.

Alberto Merino será jugador de la Balona para la próxima temporada

El de ayer fue el penúltimo partido, último si no lo hace ante el Granada, que jugó Alberto Merino con la camiseta rojiblanca tras el acuerdo verbal al que ha llegado éste con la entidad albinegra de la Balompédica Linense, pasando a formar parte del plantel para la próxima temporada. Precisamente el pasado sábado el defensa cumplía 34 años. De esta forma, el linense pone punto y final a su etapa como racinguista tras tres temporadas en el Racing Portuense donde ha rendido a un máximo nivel. Merino firmó por el club portuense en la campaña 2006-2007 procedente del Cartagena. Aunque al defesor aún le restaba una temporadas más, según refleja su contrato al haber renovado automáticamente al jugar un mínimo de partidos, existe otra en la que anula dicha renovación al descender. Tras una temporada aciaga y muy complicada, Merino volverá a la que ha sido su casa después de haber militado en varios equipos como Ceuta, Cádiz, Cartagena o Racing. Merino ha disputado 98 partidos ligueros vistiendo la camiseta rojiblanca.