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Andalucía

Emigrantes inicia su caminar

El tiempo acompañó, la ciudadanía se volcó con la Concha Peregrina y la única incidencia de la jornada quedó al final en anécdota

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El tiempo acompañó, los onubenses respondieron y la única incidencia de la jornada quedó al final en anécdota. La Hermandad de Emigrantes ya está en camino y cada vez más cerca de la Blanca Paloma.
Cumpliendo escrupulosamente los horarios, e incluso adelantándose a ellos, Emigrantes recorrió este miércoles la ciudad de Huelva, protagonizando por segundo año un trayecto más amplio para pasar de nuevo por el Polígono de San Sebastián, donde están los orígenes de la Concha Peregrina.

La única incidencia de la salida de Emigrantes se produjo prácticamente al inicio del recorrido, junto a la Comisaría de la Policía Nacional, cuando el caballo de la hermana mayor, María del Mar Terrada, chocó con una valla,que cayó e hirió de carácter muy leve a tres personas. Todo quedó en un susto y una anécdota, aunque eso sí, a partir de ese momento, la hermana mayor hizo su recorrido por la ciudad a pie.

Tras la salida accidentada, todo marchó sobre ruedas. En la llegada a la plaza del Punto, se vivió un momento que ya se ha convertido en tradición, la parada del Simpecado ante el monumento a la Virgen del Rocío, con ofrenda de flores incluida.

El Simpecado pararía tres veces más en la Gran Vía: en la Diputación, en el Ayuntamiento y ante la Subdelegación del Gobierno. Ofrenda floral, la Salve Rociera y varias petaladas para decir adiós la primera de las  hermandades de la capital en echarse a las arenas.

Ante la Diputación, su presidente Ignacio Caraballo afirmó que “para nosotros el Rocío es esencial y tenemos que ayudar y poner todos los recursos para que este escaparate, que tiene la provincia en cuanto a promoción y religiosidad, salga lo mejor posible”.

Por su parte, el alcalde Pedro Rodríguez recordó que la hermandad “nació entre emigrantes en Alemania y ha acogido a todos los rocieros onubenses que han llamado a sus puertas”, a lo que ha añadió que, “con una personalidad especial, es una de las más emblemáticas de las que acuden a la aldea almonteña”.

Antes de despedirse definitivamente de la ciudad, el Simpecado de Emigrantes hizo otra de las paradas más esperadas, en la Comandancia de Marina, donde dejó atrás el asfalto al son de la Salve Marinera para peregrinar por las arena. La ciudad quedó en silencio, pero la algarabía volverá este jueves con la Hermandad de Huelva.

Limpieza
Una vez que pasó la última carreta, el Ayuntamiento activó el dispositivo de limpieza de las calles para desinfectar las calzadas y eliminar el olor característico que dejan a su paso los animales. Seis trabajadores y una barredora de arrastre han acompañado a Emigrantes hasta la Comandancia de Marina, ya que la Autoridad Portuaria se hace cargo del resto del trayecto hasta salir del término municipal.

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