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El Recre: patética novela negra

Fondo de inversión anónimo que alimenta todo tipo de especulaciones sobre la procedencia y el objetivo del dinero que parece va a entrar en el Recreativo de Huelva

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De recreativista sólo tengo el afecto por un club de la tierra. El equipo de cada uno es tan personal como la novia que elige, los amigos o el tipo de cerveza que le gusta. Pero, como asunto importante de mi tierra, hay cosas que analizar. No dudo de lo importante de mantener una seña de identidad en una Huelva que tanto gusta de vacilar de eso. No dudo de la relevancia de la supervivencia del Decano, por más que sea una marca tan manida como mal explotada. Y no dudo de que ahora mismo la esencia de este club está bajo tierra. 
       Estamos asistiendo a un proceso de venta digno de la más rebuscada de las novelas negras. Resulta que clubes en el abismo, como el Oviedo, resurgieron. Y del tirón se supo que el magnate Carlos Slim fue el que quiso apostar parte de su fortuna en la supervivencia de este club histórico. Resulta que el Valencia, uno de los gordos, inmerso en un estropicio especulativo muy propio de estos tiempos, fue rescatado por Peter Lim. Y enseguida, antes incluso de ser oficial, se supo. Y en el Málaga, llegó el adorable jeque Al-Thani e invirtió lo suficiente como para que el club de la Costa del Sol esté en el ‘top ten’ del fútbol español.
         Son sólo algunos ejemplos de rescate de clubes de fútbol. Puede ser similar a lo ocurrido en el Recreativo. Con una salvedad, aquí no hay ni nombres ni apellidos sobre los salvadores de la entidad. En una rueda de prensa que sobró, las caras visibles no aportaron nada más que verbo fácil. Cuando fueron preguntados sobre la identidad de los nuevos inversores, la respuesta se limitó a lo imposible de desvelarla. Fondo de inversión anónimo que alimenta todo tipo de especulaciones sobre la procedencia y el objetivo del dinero que parece va a entrar en el Recreativo de Huelva. Y vale que es un movimiento entre entidades privadas, pero no nos olvidemos que el 23 %, o algo así, de las acciones de este club adulterado nos pertenece a todos y cada uno de los ciudadanos de Huelva. Y ahí Gabriel Cruz, nuevo alcalde de la ciudad, tiene mucho que decir. Y más, cuando días antes de cerrarse la venta, fue informado por Pablo Comas y otros directivos de por dónde iban los tiros. Tanto silencio y palos al agua sólo son ingredientes para que el Decano siga siendo una entidad en manos de desconocidos. Y así, ni a mí, que no soy recreativista, ni a los más fieles albiazules se le podrá convencer de apostar por un club en medio de una patética novela  negra.

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