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Andalucía Bike Race

Estoy que trino, señores. Leo estupefacta en la prensa la decisión de la empresa organizadora de la Andalucía Bike Race de buscar lugares alternativos...

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Estoy que trino, señores. Leo estupefacta en la prensa la decisión de la empresa organizadora de la Andalucía Bike Race de buscar lugares alternativos a la capital para la celebración de este evento. El motivo: los impagos de los últimos tres años por parte del Ayuntamiento. Resulta que se trata de la prueba de ciclismo de montaña más importante del país y una de las más relevantes de todo el mundo. La celebración de varias etapas en tierras jiennenses supone, no sólo una potente inyección económica para la ciudad, sino la proyección del nombre de Jaén, en el plano turístico, pero también en el deportivo. Jaén, un año más, y esto va calando como la lluvia fina y constante, estaría asociada a un lugar idóneo para la práctica de este deporte, para hacer turismo, para pasar unos días en familia, con amigos… con quien sea, pero aquí.


La edición del año pasado atrajo hasta la ciudad a unos 800 participantes que unidos a los integrantes de la organización superaban el millar de personas. 1.000 visitantes que duermen en nuestros hoteles, que comen en nuestros restaurantes, que compran en nuestras tiendas, que conocen Jaén y que, si se les trata bien, serán los mejores embajadores de esta nuestra maltrecha tierra.


Me echo las manos a la cabeza, no lo puedo evitar. Me irrito, me indigno. Dejamos pasar la oportunidad de recaudar unos buenos euros en una época (esta prueba se celebra del 26 de febrero al 3 de marzo) de sequía turística y prácticamente nula en la celebración de eventos. Según el informe de un catedrático de la Universidad de Jaén, la edición pasada de la Andalucía Bike Race tuvo un impacto económico en Andalucía, esencialmente en las provincias de Jaén y Córdoba, próximo a los cinco millones de euros.


No me gustaría nada estar en la piel de nuestros gobernantes en el Ayuntamiento. Porque sé que por poco que les duela Jaén son conscientes de que perder la celebración de esta prueba es perder un extra de riqueza. Pero este hecho es otra muestra, de las muchas tristemente palpables, de la asfixia en la que está sumida esta capital con un Consistorio que, como un monstruo que se retroalimenta, solo tiene capacidad, y a muy duras penas, para pagar las nóminas de una plantilla desorbitada. Y así no avanzamos. Pero esto no es de ahora. Llevamos muchos años arrastrando un lastre que nos ha llevado a un estado de coma que nos hace impasibles ante la sinrazón. Y la no celebración de la Andalucía Bike Race en Jaén es una de ellas. Otra sinrazón más.

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