Defensa marca su territorio y blinda la población de San Carlos ante el PGOU
Las viviendas de Fábrica de San Carlos llegarían prácticamente a algunas de las puertas del Tercio de Armada.
El informe vinculante del ministerio vuelve a ser desfavorable al Plan General de Ordenación
Los cambios que se hayan hecho en el documento siguen amenazando la seguridad de la zona
La delegada de Urbanismo, Carmen Pedemonte, no podrá llevar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de San Fernando a la Junta de Andalucía para su aprobación definitiva antes del verano, con el fin de aprobarlo definitivamente antes de terminar el año. Y posiblemente, como ya avanzaba este periódico, tampoco pueda poner en marcha el proyecto residencial en los terrenos de Fábrica San Carlos, habida cuenta de que los cambios realizados al proyecto andalucista siguen sin cumplir los parámetros.
Por ahora se sabe que el Ministerio de Defensa ha emitido un informe negativo -que es vinculante- sobre el Plan General basándose en que el documento invade la seguridad militar de la población militar de San Carlos. Y el Ayuntamiento está a la espera de que emita el preceptivo sobre el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de los terrenos de la antigua Fábrica de San Carlos, que visto lo anterior, cada vez caben menos posibilidades de que sea positivo a través de una decisión política de Defensa.
Con el informe sobre el PGOU, el Ministerio de Defensa deja claro, como ya lo dejó en el anterior informe que obligó a quitar del documento la Ronda Norte, que no está dispuesto a permitir que la ciudad termine comiéndose la población de San Carlos, como queda meridianamente claro en los planteamientos municipales.
De hecho, las intenciones del Ayuntamiento han estado centradas en unir el norte y el oeste de la ciudad con esa Ronda Norte que iría desde Puente de Hierro, donde está la Factoría de Subsistencia, hasta la Casería de Ossio, y de ahí a Bahía Sur, a través de los polvorines de Fadricas.
Esa vía de comunicación, a la que se uniría un eje transversal desde la Glorieta hasta la Casería, se antoja fundamental para dar salida a la ingente cantidad de personas que vivirían en el desarrollo residencial de la zona norte, tanto en las siete torres previstas a través de la empresa Arenal 2000, como las doce que iban en Fábrica de San Carlos, ahora revisadas las alturas, pero no la capacidad residencial.
Una ratonera
Sin esas carreteras, las miles de personas que ocuparán algún día esos pisos, estarían a expensas de una carretera local, la actual, pensada para un barrio normal y que incluso para un barrio normal se ha quedado pequeña. Todo ello sin olvidar que esa Ronda Norte tendría salida por Puente de Hierro a través del enlace Tres Caminos-Carraca, otro proyecto que el Ayuntamiento no ha podido sacar adelante.
Defensa ya dejó claro en el informe sectorial precedente que no iba a permitir una carretera de cuatro carriles por una población militar por la que cruzan tanques y vehículos pesados, y mucho menos la transversal por San Carlos.
Lo que dice ahora -que el Ayuntamiento todavía no ha explicado con detalle sino sólo como una filtración- es que la seguridad de la zona militar sigue estando amenazada, habida cuenta de que independientemente de las alturas que ya este periódico avanzaba que colisionan con la pista de aproximación del helipuerto, las viviendas de Fábrica de San Carlos llegarían prácticamente a algunas de las puertas del Tercio de Armada. Lo mismo que las de Capitán Conforto.
A falta de que desde Urbanismo se expliquen los detalles, el proyecto de desarrollo del Sector I-Casería Norte, único que quedaba por desarrollar del PGOU en vigor, se queda a medio camino, con licencia para construir más bloques de pisos -al menos las cuatro torres que faltan en el sector- y pendiente de que se apruebe el PERI de FSC.
Eso sí, como una especie de pozo ciego de cara a la bahía al que se accede a través de una calle normal y corriente o desde una carretera local y un camino por el Cementerio de los Ingleses. A partir de ahí entran otras consideraciones que afectan a la seguridad en caso de catástrofe.
Dos veces abrió la mano
Defensa ha abierto la mano en dos ocasiones después de que el alcalde decretara la reserva de suelo para los Polvorines de Fadricas y se enfrentara al ministerio. Una fue la desviación de la línea de seguridad en el Sector I, que iba precisamente por la mitad de la siguiente torre que ya se puede construir.
En este caso, además de tener intereses en la zona, han desaparecido de allí instalaciones militares que eran las que marcaban la línea de seguridad. El segundo caso ha sido en Capitán Conforto, donde ha adelantado la línea de seguridad y ha dejado las viviendas entre la de seguridad y la de servidumbre. Eso obliga a los propietarios a guardar medidas de seguridad y a recordar que tienen una sentencia de derribo del Tribunal Supremo.
Por ahora se sabe que el Ministerio de Defensa ha emitido un informe negativo -que es vinculante- sobre el Plan General basándose en que el documento invade la seguridad militar de la población militar de San Carlos. Y el Ayuntamiento está a la espera de que emita el preceptivo sobre el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de los terrenos de la antigua Fábrica de San Carlos, que visto lo anterior, cada vez caben menos posibilidades de que sea positivo a través de una decisión política de Defensa.
Con el informe sobre el PGOU, el Ministerio de Defensa deja claro, como ya lo dejó en el anterior informe que obligó a quitar del documento la Ronda Norte, que no está dispuesto a permitir que la ciudad termine comiéndose la población de San Carlos, como queda meridianamente claro en los planteamientos municipales.
De hecho, las intenciones del Ayuntamiento han estado centradas en unir el norte y el oeste de la ciudad con esa Ronda Norte que iría desde Puente de Hierro, donde está la Factoría de Subsistencia, hasta la Casería de Ossio, y de ahí a Bahía Sur, a través de los polvorines de Fadricas.
Esa vía de comunicación, a la que se uniría un eje transversal desde la Glorieta hasta la Casería, se antoja fundamental para dar salida a la ingente cantidad de personas que vivirían en el desarrollo residencial de la zona norte, tanto en las siete torres previstas a través de la empresa Arenal 2000, como las doce que iban en Fábrica de San Carlos, ahora revisadas las alturas, pero no la capacidad residencial.
Una ratonera
Sin esas carreteras, las miles de personas que ocuparán algún día esos pisos, estarían a expensas de una carretera local, la actual, pensada para un barrio normal y que incluso para un barrio normal se ha quedado pequeña. Todo ello sin olvidar que esa Ronda Norte tendría salida por Puente de Hierro a través del enlace Tres Caminos-Carraca, otro proyecto que el Ayuntamiento no ha podido sacar adelante.
Defensa ya dejó claro en el informe sectorial precedente que no iba a permitir una carretera de cuatro carriles por una población militar por la que cruzan tanques y vehículos pesados, y mucho menos la transversal por San Carlos.
Lo que dice ahora -que el Ayuntamiento todavía no ha explicado con detalle sino sólo como una filtración- es que la seguridad de la zona militar sigue estando amenazada, habida cuenta de que independientemente de las alturas que ya este periódico avanzaba que colisionan con la pista de aproximación del helipuerto, las viviendas de Fábrica de San Carlos llegarían prácticamente a algunas de las puertas del Tercio de Armada. Lo mismo que las de Capitán Conforto.
A falta de que desde Urbanismo se expliquen los detalles, el proyecto de desarrollo del Sector I-Casería Norte, único que quedaba por desarrollar del PGOU en vigor, se queda a medio camino, con licencia para construir más bloques de pisos -al menos las cuatro torres que faltan en el sector- y pendiente de que se apruebe el PERI de FSC.
Eso sí, como una especie de pozo ciego de cara a la bahía al que se accede a través de una calle normal y corriente o desde una carretera local y un camino por el Cementerio de los Ingleses. A partir de ahí entran otras consideraciones que afectan a la seguridad en caso de catástrofe.
Dos veces abrió la mano
Defensa ha abierto la mano en dos ocasiones después de que el alcalde decretara la reserva de suelo para los Polvorines de Fadricas y se enfrentara al ministerio. Una fue la desviación de la línea de seguridad en el Sector I, que iba precisamente por la mitad de la siguiente torre que ya se puede construir.
En este caso, además de tener intereses en la zona, han desaparecido de allí instalaciones militares que eran las que marcaban la línea de seguridad. El segundo caso ha sido en Capitán Conforto, donde ha adelantado la línea de seguridad y ha dejado las viviendas entre la de seguridad y la de servidumbre. Eso obliga a los propietarios a guardar medidas de seguridad y a recordar que tienen una sentencia de derribo del Tribunal Supremo.
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