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Bieber apasiona a sus fans en un concierto de dos horas en el Palau

Bastante serio, el cantante ha desgranado una veintena de temas: "Ha sido el mejor show de lejos"

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El cantante canadiese Justin Bieber ha apasionado a sus fans este martes en el inicio de su gira 'Purpose World Tour' en España en un concierto de dos horas en el Palau Sant Jordi de Barcelona, con las entradas agotadas, donde ha actuado ante unas 18.000 personas, desgranando su último trabajo serio, eficaz, y según lo esperado en un recital enérgico en el que Bieber ha guardado lo mejor para el final.

Casi diez minutos antes de la hora prevista, el joven ha emergido de las entrañas del escenario atrapado en una jaula entonando 'Mark my words', que ha terminado volviéndose a sumergir en las tablas, aunque éste ha sido inaudible ante el griterío de un público más allá del entusiasmo, de entre el que algunos han tenido que ser atendidos por desmayos.

Un Bieber con gafas retro y totalmente enérgico ha saltado después al escenario junto a su cuerpo de baile totalmente de blanco y un 'Where are u now' haciendo saltar al unísono a la pista, a la que no ha desenganchado del ritmo diciéndoles: "¡No os oigo!", y continuar después con una igualmente bailable 'I get used to it'; reclamado por el público al grito de 'Justin', ha arrancado volviendo a quedar enjaulado tras un amalgama de proyecciones de colores para cantar 'I'll show you'.

Más tarde, Bieber ha emergido de otro lado del escenario, con nueva camisa --a cuadros-- y sus gafas vintage, para interpretar una pausada 'The feeling', precediendo a la rapeada 'Boyfriend' desde una plataforma elevadiza, incluyendo efectos de géiser y de efectos de fuegos de artificio, tras lo que ha asegurado: "Ha sido el mejor show de lejos".

Después, se ha sentado en un sofá de terciopelo burdeos con su guitarra y ha cantado como si estuviera en la intimidad 'Cold water', dando paso a uno de los 'hits' de su disco: 'Love yourself', que ha cantado acompañado por el público también sin más instrumentación que su guitarra.

Un Justin Bieber más travieso, acompañado de seis de sus chicas con un 'look' 'street dance' ha continuado con 'Been you', que ha interpretado al estilo de un rompecorazones envuelto en torrentes de vapor a sus pies.

SALTOS MORTALES

"Llevamos muchos conciertos y estamos muy lejos de casa. ¡Estamos muy agradecidos de teneros aquí", ha explicado el cantante antes de que una enorme plataforma con una megacama elástica apareciera de la nada sobre las cabezas del público y dando más de un salto mortal sobre ésta saltara con 'Company' con todo su cuerpo de baile.

Solo de nuevo en el escenario, ha regalado a los oídos de sus fans 'No sense', de vez en cuando asegurando la barilla de sus gafas, y, sin dejar un centímetro del escenario por recorrer, ha proseguido con 'Hold tight' con una mano en el bolsillo, que ha sacado de vez en cuando para regalar los sentimiento de su pecho a sus fans.

MOMENTOS DE 'PLAYBACK'

Ha continuado con 'No pressure' con momentos en los que ha sonado su voz pregrabada en los que el cantante mantenía el micrófono en el suelo mientras apoyaba las piruetas de una de sus bailarinas y seguía cantando.

Tras una pausa de 15 minutos, 'As long as you love me' ha puesto el rumbo al final con una interpretación de nuevo con voz grabada y la escenificación bailada del cantante, que en numerosas ocasiones no se ha molestado en ponerse el micrófono ante los labios, y que ha terminado con una interpretación en una batería elevada sobre el público.

Bieber --que al llegar al recinto ha propinado un puñetazo a un fan que ha tratado de tocarle metiendo la mano en su coche-- ha animado al público a hacerle preguntas levantando la mano: sobre su situación en diez años, ha respondido: "Quizás haré mejor lo que hago y seré mejor de lo que soy, siendo un ejemplo y un líder", y después ha añadido que su intención ante el público es ser una persona normal y un guía.

Ha seguido con un festivo y bailón 'Children', antes de ir a por 'Let me love you' que ha convertido el Palau en una fiesta y le ha acalorado tanto que se ha desprendido de la sudadera para cantar más cómodamente 'Live is worth living'.

Una ineludible 'What do you mean?', en la que Bieber ha terminado con toda la camiseta desbotonada para el anonadamiento del público, ha ido cerrando la jornada a base de fuegos artificiales, dando paso a un consabido 'Baby'.

Bieber ha puesto fin a su tercer concierto en Barcelona con 'Purpose' --que ha aprovechado para defender que todas las personas tienen propósito en este mundo--; y ante los gritos de una insaciada masa, el cantante ha puesto la banderilla con una vitoreada 'Sorry' en la que se ha remojado bajo una generosa lluvia.

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