Alemania y Francia, los dos principales clientes del avión de transporte militar A400M que se ensambla en Sevilla con 53 y 50 pedidos,
avanzan y concretan su plan para adquirir hasta doce aeronaves C130 del grupo americano Lockheed Martin ante los retrasos y sobrecostes del modelo de Airbus. Alemania, el país más crítico con esos retraso y problemas con las capacidades previstas del avión europeo de Airbus, va a adquirir 6 modelos C130 a partir de 2019 para contar con ellos a partir de 2021, según documentos del ejecutivo alemán desvelados por la agencia Reuters. En paralelo, Francia se prepara para adquirir otros dos y sumarlos a los cuatro C130 que ya había encargado. Se trata del principal competidor del avión europeo a escala mundial.
Los avances en los planes de ambos países, que son además los principales accionistas de Airbus directa e indirectamente, y su conocimiento en este momento
lanza un mensaje de fuerza cara a la reunión de esta semana en Madrid en la que Airbus y los siete países clientes del A400M tratarán de alcanzar un acuerdo sobre las penalizaciones que Airbus está afrontando por los problemas del avión. Los contratos firmados entre los países y Airbus incluyen multas y retrasos en los pagos, lo que el presidente de Airbus, Tom Enders, calificó de una “sangría” económica para la compañía que hay que parar -en una carta enviada a los Gobiernos de esas siete naciones (Alemania, Francia, España, Reino Unido, Turquía, Malasia y Bélgica/Luxemburgo)-.
Flota conjunta
El A400M tuvo el año pasado problemas graves en las cajas de cambios de sus motores, que le costaron
2.200 millones de euros. Pero los sobrecostes totales ascienden a más de 10.000 millones sobre un presupuesto inicial del programa de 20.000 millones.
Los gobiernos francés y alemán quieren tener en operación sus doce aviones C130, americanos, en 2021 y los gestionarán conjuntamente desde una base francesa.
Con ellos prevén poder cubrir las necesidades logísticas y tácticas que el A400M iba inicialmente a asumir.
Junto a ello, Alemania avanza también en sus planes para reducir su flota operativa de A400M desde los 53 a 40, y trata de que los trece que no incorporará sean incorporados a una flota conjunta con Suecia y República Checa, entre otros países. Alemania estima que
el coste a largo plazo de operar esos 13 aviones A400M sería de más de 500 millones, incluyendo 150 millones para una nueva base específica para ellos.
Airbus entregó hace una semana el cuarto A400M, y último, al ejército de Malasia.