Los nervios in crescendo, como es costumbre en la parroquia albiazul. Lo que debía de ser un procedimiento sencillo de apertura de sobre el lunes se está enquistando más de la cuenta al pasar por el examen técnico del Ayuntamiento. Parece que los papeles de Vicente Simón, con remite en Panamá y con cantidades en dólares, requieren una revisión profunda. Tanto, que el protagonista de la oferta está por Huelva para intentar aclarar todo lo que deba. Y mientras tanto, me pongo a contar días, a restar fines de semana, a saber que las transferencias hay que hacerlas el día antes y me queda poquísimo tiempo. Tiempo entre suspiros para los aficionados, que hemos pasado de la alegría de la oferta a la continua y justificada duda que siempre nos hace pensar más mal que bien. Y por desgracia, con el mismo fin de siempre, el de esperar y dedicarnos al culto y las creencias como única base.
Se hace muy difícil hablar del Decano cuando éste no genera ningún tipo de noticia concreta. Para entretenernos y dejar de devorar nuestras uñas, seguimos aprendiendo esas cosas que no deberíamos hacer cuando hablamos de fútbol: empresas “offshore” es el nuevo término. Por lo visto algo habitual hoy en día. Son empresas que se establecen fuera del país para quitarse algunos impuestos locales. Vamos, lo que siempre hemos conocido como paraísos fiscales. Y ojo, no es ilegal por defecto, pero siempre que sale en la prensa va relacionada con ello. No quiero que se alarmen, no somos nadie para decir qué es o qué no es Moody Investments, la empresa ofertante por el noventa por ciento de acciones del Recre, porque básicamente no sabemos nada. Como mucho decimos que es Panameña y poco más. Si los técnicos del Ayuntamiento y el Interventor del CSD tienen que aprobar la venta, espero que tengan más información al respecto.
No quiero ser pesimista, lo llamo realidad. El pliego es duro y exige cantidades enormes, pero a la primera de cambio se está ralentizando. Que puede ser para dejarlo todo bien mascado y que no haya problemas, entonces la espera será bendita y el tiempo nos dirá. Lo que no sé es si esa frase hecha valdrá a los empleados que han aguantado tanto y han sido vilipendiados una y otra vez. Para ellos el tiempo ya ha dicho demasiado. El día que ellos cobren todo lo adeudado será el día feliz del recreativismo, antes no. Ni cuando paguemos a la AFE, la RFEF, la FAF y a Hacienda. Cuando ellos cobren.
Por cierto, ahora que estamos aprendiendo términos nuevos, si usted es curioso le animo a buscar la propuesta 50+1 de la Bundesliga alemana. Otro día hablamos de ello.