De fuentes fidedignas he podido saber que nuestro alcalde, acompañado de alguna concejala y técnicos de Urbanismo, Cultura y Patrimonio, han visitado tras varios meses de espera el cuarto de redes ubicado en la Bajamar, concretamente en la calle de Las Cadenas, del que ya escribí hace algunas semanas.
En el local estaban esperando el inquilino y un conocido empresario de la localidad ya retirado, cuya presencia allí había sido solicitada por el propio alcalde.
El objeto de esta visita es que dicho cuarto de redes sea dedicado a museo, dada la cantidad de utensilios que se encuentran en su interior utilizados para la pesca.
Remos, barcas, flotadores, bocinas antiniebla, grilletes, cartas náuticas, códigos de señales, artes de pesca, hélices y un sin número de elementos necesarios para ejercer la tan peligrosa tarea que tiempos atrás llevaron a cabo nuestros pescadores para que, después de 30 o 40 días de golpes de mar, donde muchos perdieron la vida, pudieran llevar a su casa el salario siempre insuficiente con que alimentar a la familia.
El Puerto de Santa María, hasta no hace muchos años, contó con una flota pesquera de más de 300 barcos que daban empleo a casi 5000 personas, siendo esta industria, junto con la bodeguera, la que soportaba la mayor parte de la economía de la ciudad.
Así pues, al igual que las bodegas, creo que es de justicia que la corporación municipal se implique en la creación de un museo dedicado al hombre de la mar, que bien merecido lo tiene.
Esta visita de nuestra primera autoridad y la visita del anterior alcalde al mismo cuarto de redes, han de servir para poner en marcha tan necesario museo.
La presidenta del Banco de Santander, señora Botín, propietaria de la finca, estoy convencido que está dispuesta a colaborar en aras de la cultura donando dicho local a la ciudad.
Debemos exigir y exigimos que, tanto el gobierno anterior como el actual, incluido el resto de la oposición, se pongan manos a la obra para conseguirlo.