Escrito en el metro

Jardineros

En una conversación con ellos recuerdo lo que nos contaba Machado de que hubo una vez un marinero que hizo un jardín junto al mar y se metió a jardinero

Publicado: 21/06/2018 ·
18:26
· Actualizado: 21/06/2018 · 18:27
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  • Jardín. -
Autor

Salvo Tierra

Salvo Tierra es profesor de la UMA donde imparte materias referidas al Medio Ambiente y la Ordenación Territorial

Escrito en el metro

Observaciones de la vida cotidiana en el metro, con la Naturaleza como referencia y su traslación a política, sociedad y economía

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Recordaba Mariló Maldonado en La Calle de Enmedio que el amor por tener plantas cerca es un atavismo de cuando fuimos libres en la Naturaleza, es el símbolo de la búsqueda continua de la libertad. Nos rodeamos en el hogar o en las ciudades de esos vegetales, de falsa apariencia vegetativa, por muchos más motivos que la simple estética. La Asociación Multisectorial de Jardineros de Andalucía bien sabe lo difícil de una profesión minusvalorada, cuando su labor es tan trascendente como naturizar las ciudades, el ecosistema de más de la mitad de la población del planeta, y con ello hacernos más libres. Una profesión, la de la jardinería, en la que como pocas la feminización avanza a pasos agigantados, en busca de una igualdad que sea el escaparate para una sociedad aun cargada de complejos y prejuicios. En una conversación con ellos recuerdo lo que nos contaba Machado de que hubo una vez un marinero que hizo un jardín junto al mar y se metió a jardinero. La nobleza de cambiar ese extenso espacio de libertad que son los océanos por un recoleto rincón donde plantar unas simientes y cuidarlas en su crecer, es un gesto de la necesidad en nuestras vidas de saber cambiar de objetivos, de reinventar nuestros horizontes aunque sean de dimensiones menores. El jardinero de Machado al ver su jardín en flor volvió por esos mares de Dios. Es probable que su mutación se debiese a que había conseguido lo más grande, la difícil obra de construir un espacio de belleza para que otros disfrutasen de la libertad. La mutabilidad en muestra sociedad debe ser tan azarosa y sorpresiva como lo es en la evolución de la Naturaleza.Estas últimas semanas, bautizadas de vértigo, por la secuencia de tantos aconteceres nos ha demostrado que la España que parecía aquejada de una quietud inquebrantable es capaz también de mutar. Serrat con acierto encadenó bien la parábola machadiana con versos del Mañana efímero en el que el poeta en su último verso reivindica la España de la rabia y de la idea. Marineros toca ahora hacer jardines junto al mar, con rabia y con ideas, hasta verlos florecer para disfrutar de libertad y equidad. Loemos a los jardineros.

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