Por fin le toca a la plaza Coca de la Piñera. Esta plaza va a ser remodelada a la voz de ya y de ello creo que nos alegramos la gran mayoría de los jienenses. En nuestras vacaciones estivales hemos podido ver en la prensa imágenes de cómo se va a reordenar el espacio y, la verdad, hay bastantes vecinos del entorno que hacen matizaciones que deberían ser tenidas en cuenta por el arquitecto y el Ayuntamiento. Estos vecinos lamentan que no exista en ese entorno una asociación vecinal que puede recoger sus sugerencias así que yo, humildemente y con su permiso, hago de altavoz de lo que parece razonable. Y es que a una gran parte nos parece magnífico intentar ganar espacio para el peatón. Sin embargo nos han mostrado unos planos donde aparece en tan pequeño espacio una zona de juegos infantiles, dos campos de petanca, un anfiteatro a modo de escaleras hacia subsuelo, etc.
Ante todo esto cabe preguntarse si no sería más práctico llevar a cabo una obra encaminada a ganar terreno realmente para el peatón. Tal como se ha concebido la plaza será una zona ociosa pero quedará poco espacio para pasear y poco espacio para establecer veladores de verano que nos permitan mitigar el sofoco con una bebida refrescante en el estío. La plaza Coca de la Piñera ha de ser señorial, una zona amplia de paseo, una zona que no nos la atiborren de chismes y chirimbolos. Meter ahora en ella unos campos de petanca no tiene sentido cuando apenas doscientos metros más abajo, en el parque, ya existen instalaciones de este tipo. Establecer un anfiteatro -que no dejan de ser escaleras que restan espacio lineal al peatón para un paseo- puede ser una infraestructura que también se acometa en el vecino parque. Desde luego queremos pasear por Coca de la Piñera, pero con esas escaleras de anfiteatro ya nos vemos los padres preocupados todo el rato por si los niños ruedan por ellas abajo. De verdad, es sensata la opinión del vecindario de que esos equipamientos de ocio se hagan en el parque que es zona destinada para ello, y Coca de la Piñera se nos debe mostrar como una plaza para pasear, amplia, con fuente ornamental, césped, flores y árboles. Mucho me temo que finalmente el resultado sea algo parecido a la plaza de la Constitución, ésta que entre la pirámide, el "autobús" de madera, las tinajas, los mupis, muretes, etc., han conseguido que sea una zona de tránsito al rodeo en lugar de espacio de reunión y belleza para la ciudadanía. ¿Es posible que en Jaén caigamos una y otra vez en los mismos errores? Yo creo que en Coca de la Piñera ponen columpios para decirnos que piensan en los niños, petanca para vendernos que son buenos con nuestros mayores, anfiteatro para colgarse la medalla de una ciudad cultural... pero, ¿creen que en ese espacio es posible poner de todo para todos y que quede bien? Sencillamente con tanta parafernalia no se conseguirá un espacio para paseo amplio y nítido y volveremos a hipotecar uno de los escasos espacios abiertos del centro Jaén. Y mañana les cuento algo de la plaza de los Rosales.
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