Provocó un terremoto político al anunciar su renuncia a liderar Podemos Andalucía. Sacó a la luz una ruptura “amistosa” con Pablo Iglesias pero está convencida de que “cooperarán” en futuras elecciones. Su objetivo es ocupar el espacio andalucista, obsoleto en los últimos tiempos, y pretende ejecutar su plan bajo la marca Adelante Andalucía. Dice que no tiene ambición de protagonismo, espera tomarse algún día un café con Antonio Maíllo y desea con todas sus ganas que haya igualdad real entre hombres y mujeres.
Teresa Rodríguez (Cádiz, 1981) abandonó Izquierda Unida en 2008 porque se arrodilló ante el PSOE en Andalucía y ayuntamientos. Doce años después rompe con Podemos por irrumpir en Moncloa de la mano de los socialistas. Es su ejercicio de coherencia. Piensa en impulsar un proyecto andalucista, feminista, ecologista y de clase trabajadora. Dice que entró en política para “aportar soluciones a los problemas” y ahora, para muchos, ha dinamitado la izquierda en Andalucía. Es anticapitalista, profesora de Lengua Castellana y amante de las letras del cantautor y poeta nazarí Carlos Cano.
¿Se ve muchos años en política?
–En política llevo toda mi vida y estaré implicada porque no lo puedo evitar. A lo mejor mi puerta giratoria de la política es la AMPA de mi niña. Seguiré en la Marea Verde o en movimientos vecinales. Cobraré de la política ocho años y eventualmente quizás cuatro más.
¿En qué ha cambiado Podemos para que renuncie a liderarlo en Andalucía?
–Hay dos motivos: uno es porque la organización decidió legítimamente gobernar en minoría con el PSOE y el otro, por una cuestión de autonomía. La proyección de Podemos en su día era de ganar.
¿Su apuesta es por un partido más a la izquierda de lo que hay ahora?
–No necesariamente. No es un partido nuevo, es Adelante Andalucía. Quiero que siga siendo un espacio plural con un objetivo común que sea ese sujeto propio andaluz. Hay gallegos, catalanes, vascos y hasta turolenses con voz en el Congreso y Andalucía no. O la tenemos o nos quedaremos esperando un maná que no llega.
“Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”. Palabras de Antonio Maíllo, con quien gestó Adelante. ¿Cree que va por usted?
–No tengo ni idea. Que lo aclare. Algún día me tomaré un café con él y espero que me cuente qué quería decir.
¿Puede sentirse traicionado?
–No entiendo que sea así. Lo que ha pasado es que ha habido una separación amistosa entre la dirección de Podemos Andalucía y la estatal. Adelante Andalucía siempre tuvo una voluntad clara de tener voz propia y tener una relación con Unidas Podemos a nivel federal. Por eso es Adelante y no Podemos del sur.
Su renuncia a liderar Podemos Andalucía, ¿cómo afecta en el día a día?
–No cambia absolutamente nada. Los grupos municipales, diputaciones y Parlamento funcionarán igual que hasta ahora. No vamos a tener conflictos.
¿Es posible que se pueda ahora romper el voto entre diputados de IU y Podemos?
–No ha pasado pero podría pasar. Nuestras posturas tienden a coincidir, por eso me parece difícil que ocurra.
¿Cómo se va a llamar su partido?
–Se llama ya Adelante Andalucía. Sigo con él y construyo ese espacio común.
¿Se apropia de la marca?
–No es mi intención. No tengo ambición de protagonismo. Sólo quiero construir esa casa común.
¿Cómo es su relación con IU?
–Muy buena. Coincidimos en el 90% de los casos y estoy convencida de que seguirá siendo una buena relación.
Cambiando de tema, ¿qué balance hace del año de Gobierno de PP y Ciudadanos?
–Corren riesgo las libertades públicas y los derechos civiles cuando Vox condiciona las políticas. Ahora parece que hay una gran demanda de caza en las aulas... Hay que estar alerta porque ya Vox ha insinuado, por ejemplo, que va a denunciar a los inmigrantes sin documentación que acudan a centros de salud. También, este gobierno tiende hacia la privatización.
¿Qué es lo mejor y lo peor de este Gobierno?
–Lo mejor me cuesta trabajo pensarlo. No han hecho nada en cuestiones de regeneración democrática, los enchufados que antes eran del PSOE ahora lo son de PP y Cs. Hemos planteado una Ley de Cuentas Claras y Abiertas para que el ciudadano vea a tiempo real lo que pasa con las cuentas públicas. Eso es transparencia. Esa ley está en otras comunidades.
¿Qué peso tiene Vox?
–Sus votos son clave para mantener a Juanma Moreno Bonilla. Es muy triste que la extrema derecha tenga la llave de la gobernabilidad.
¿Qué es Vox para usted?
–La extrema derecha made in Spain y atravesada por la nostalgia del franquismo.
¿Cree que el decreto de escolarización es el paso previo a la privatización de centros educativos?
–Es el paso previo al cierre de centros públicos. Ya vemos 411 líneas menos de la escuela pública este año. Es la consecuencia de una apuesta clara por la concertada. Los que somos docentes sabemos de qué va esto y el 4 de marzo nos echaremos a la calle.
¿Debe dimitir el consejero de Educación?
–Hombre... tiene un buen historial. Javier Imbroda va a ser conocido por sus patazos.
¿Ha reclamado a Madrid el dinero del IVA y de la financiación autonómica?
–Se lo pedimos a Rajoy y ahora a Sánchez. Las demandas de Andalucía no deben esconderse según los intereses de los partidos.