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La novena provincia

El abrazo.

Una de las cosas que más echo de menos es el abrazo porque es la comprobación de que uno no está aislado de la especie humana.

Publicado: 05/03/2021 ·
20:19
· Actualizado: 05/03/2021 · 20:19
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Autor

Patricio González

Ingeniero Técnico Naval. Fue alcalde de Algeciras durante doce años (1991-2003). Ha publicado un total de 14 libros

La novena provincia

Espacio dedicado a la problemática del Campo de Gibraltar, aunque también a temas generales de la situación de Andalucía

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Quizás una de las cosas que más echo de menos de antes de la pandemia o de la vieja normalidad,  es el abrazo porque es la comprobación de  que uno no está aislado del resto de la especie humana. Y es un acto por el que el calor de un cuerpo se une al calor del otro y nos puede regalar energía porque todos estamos incompletos sin ella.

 

Esta pandemia se ha llevado a miles de personas, muchos de ellos llevaban una vida en soledad pero en soledad nos escogida y eso, además, te va enfriando, te va congelando. Abrazar a la persona amada es sentir la vida que a uno le falta. Abrazar a un hijo o a un nieto es saber que ese calor eres tú.

 

El abrazo de una persona amada o amiga es un poema que te dice que alguien existe y está ahí para echarte una mano cuando lleguen los momentos difíciles. Un abrazo de verdad es como aquel bolero que dice: “si tú me dices ven, lo dejo todo”.

 

Y quizás sean todos esos sentimientos que conlleva el abrazo lo que más echo de menos. El saludar con los codos, el llevarse la mano al corazón , son muy fríos y no notas la sensación de calor que necesita el cuerpo para sentir que, realmente , no estás solo sino que formas parte de una comunidad que puede quedar reducida a tu propia familia pero que también alcanza a los amigos de verdad.

 

Estos días en los que en algunas residencias ya han podido ir familiares a ver a los internos de las mismas, ha sido emocionante. Y a la pregunta a nuestros mayores internos en residencias, todos han dicho lo mismo: lo que más echan de menos son los abrazos de hijos, de nietos, porque, como les contaba al comienzo de este artículo: el abrazo es un acto por el que el calor de un cuerpo se une al calor del otro cuerpo y nos muestra que , a pesar de todo y aunque a veces no lo parezca, somos humanos.

 

 

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